LA BELLEZA DE SU SER'✿ฺ

20.- Recuerdos... Isabel.

Los días pasaban y no dejaban mas que una fría noche cada que terminaban.
Cada que salia con Silky las bufandas y guantes no faltaban. Ya se podía ir viendo rastro de las futuras nevadas y eso me hacia una gran ilusión.
Los días dentro de casa también eran reconfortantes. Estar frente a la chimenea y estar repasando todo lo voy aprendiendo de los seres mágicos y del mismo Elias. Es verdad que de él ni en libros se habla, pero, paso tanto tiempo con a su lado que ya se cuando cambia de humor, si esta sonriendo o esta perdido en si.
Es tanto lo que ahora se que no puedo esconder lo mucho que me alegra.
Aun me falta mucho para poder ser sincera al cien por ciento, pero creo que en este poco tiempo no voy tan mal.
Elias me busca en la cocina y me dice que saldremos de visita a la iglesia.
- Y a que iremos?
- Iremos a ver a Simón, ya que dijo que tenia un problema.
- Iré por mis cosas.
- trata de cubrirte bien. El frío es cada vez peor.
- Claro.
Cuando salimos de la casa, Elias toma mi mano y me mira.
- Hay que tener cuidado.
- Esta bien.
Los caminos que ya se de memoria van cambiando por aquellos otros que jamas había explorado. Las flores se van haciendo cada vez mas nulas.
Todo es totalmente nuevo, así que voy viendo todo con la mayor cantidad de detalles que puedo.
- La iglesia esta cerca - miro a Elias y él me apunta un pequeño edificio en lo alto de la colina.
Realmente es pequeña, lo que llama me llama la atención es el hecho de que a un lado de la entra se encuentra mucha gente reunida. Trato de ver por los pequeños espacios que hay entre cada persona, pero Elias pone su mano bloqueando mi vista.
- Sera mejor que no veas mas.
Fue poco lo que vi, pero, sabia que las personas miraban un cadáver.
Caminamos sin tener distracciones, y cuando cruzamos las puertas de la iglesia no soporte el peso de mis ojos y caí en un profundo sueño.

<< - Isabel, es hora de que vengas y tomes el té - escuchaba como le hablaban a Isabel... Quien sera? La ligera brisa que golpeaba mi cara no era fría sino cálida como la de verano...
Verano? Pero si ya pasa de noviembre... Abrí los ojos de golpe y me incorpore. Había algo diferente en mi Y en todo lo que me rodeaba.
El césped era verde, los árboles estaban frondosos y las flores mostraban su mas hermoso color.
Donde estoy?
- Isabel, ven ya - cuando volteo veo a una mujer de cabello rojo y ojos azules, su cara estaba llena de pecas. Ella me mira molesta. Pero por que? - cuanto tiempo mas me vas a mirar de esa forma? Anda vamos ya.
Me levante del césped y note que a mis pies había un pequeño arrollo y me mire en el agua... Y mi apariencia había cambiado. Mi cabello era extremadamente largo y llevaba puesto un vestido de color azul el cual me llegaba abajo de la rodilla.
Que pasa?

Seguí a la mujer y trate de actuar lo mejor posible...
- Isabel, debes de convivir un poco mas con tus compañeros y con las señoritas que te rodean - me preocupaba no saber que contestar.
- Ellos solo se burlan de mi apariencia - mis labios se movían con voluntad propia y las palabras fluían - dios me dio esta apariencia sin pensar en mi... - un sentimiento de dolor y enojo se apoderaban de mi pecho - así que no me acercare a ellos.
La mujer me miraba resignada y dio un pequeño suspiro.
Caminaba mientras todo colapsaba... >>

Cuando abrí mis ojos vi el rostro preocupado de Elias y el de otro hombre que se parecía mucho a él. Trate de levantarme pero todo daba vueltas.
Elias me sostuvo, y me ayudo a recostarme de nuevo.
- Que paso, Chise?
- No lo se, solo recuerdo que no estaba en este lugar... No era invierno, y tu no estabas... No podía mantenerme despierta y volví a caer A ese profundo sueño...

<< El sol ya estaba por ocultarse y las personas parecían tener prisa.

" -Vamos Isabel a sido lastimada...!!! " gritaban.
Me mire en donde pude y gracias al cielo ya no estaba en el lugar de alguien mas. Seguí a la gente y llegue a donde una joven estaba siendo ayudada con unas heridas que tenia en sus brazos y en un costado. Cuando le dedico un poco de tiempo a observarla, me percato de que no somos nada distintas. Puede que lo único sea su cabello largo y sus ropas. Ella es llevaba a su hogar al cual la sigo. Ya estando ahí ella llora de una forma inconsolable.
Ella siente que nadie la entiende.
Que nadie la quiere.
Que nadie... La necesita.

Así me sentía yo.

Tocan la puerta de su habitación y su padre entra para decirle que tiene una sorpresa para ella, a lo cual Isabel trata de mejorar su cara y sale junto con su padre.
- puede que este un poco grande, pero de ahora en adelante el sera tu amigo.
Y cuando abre una gran caja de cartón sale un hermoso perro de color negro y raramente sus ojos mostraban un brillo rojizo.
Isabel realmente parecía o mas bien ella se sentía feliz.
Tomo al perro con cuidado de la cara y se lo acerco.
- tu nombre sera Ruth... Ese nombre sera de Corazón. Pero todos te llamaran Ulisse... Y estarás a mi lado de ahora en adelante.
Ella sonreía de una forma que no se podía explicar.

Ella realmente era feliz, en ese momento.

El lazo de sangre... El lazo... Esta en el nombre... Un nombre que fue otorgado en secreto de los demás... Un nombre de fidelidad...

Una espantosa voz comenzaba a perturbar mi cabeza.
Quien era? >>

Al abrir de nueva cuenta mis ojos, algo andaba mal. Elias no estaba.
Me levante y mire todo mi alrededor,pero solo encontré a aquel hombre que compartía parecido con Elias.
- Donde esta Elias? - pregunte temerosa.
- No se preocupe, señorita Hatori. Él estará aquí en un momento.
- Y quien es usted?
- Yo soy el padre y sacerdote de este lugar, Simón.
- Simón?
- No sabe de mi, es cruel espina...
No se preocupe el vendrá en un momento. Me esta ayudando con lo acontecido fuera de la iglesia.

Su tono de vos me daba un mal presentimiento... Elias, donde estas?