LA BELLEZA DE SU SER'✿ฺ

24.- αℓмα.

Quería saber que era lo que pasaba, Elias y esa persona se miraban y base a sus gestos sabia que ellos se estaban comunicando.
Que se decían? Yo tenia culpa de algo?

Si... Si tan solo yo no hubiera aparecido en la vida de Elias.
Por que diablos estoy en su linea de sangre?
Por que soy la única?

Trate despejar mi mente y concentrarme en que Elias estuviera bien. Nada cambia entre ellos dos. Ulisse los mira con tanta atención y con una postura de poder atacar en cualquier momento.

- Todo por esa estúpida mujer!! -son las primeras palabras que escucho después de tanta incertidumbre - dejala y usala para ser alguien completo!!
- Tú no entiendes, CARTAPHILUS - Elias mostraba cuanta tranquilidad podía, pero no la necesaria para mentirse - ella significa mas de lo que puedes llegar a saber y sentir.
- Así que crees tener sentimientos...?
- No lo creo, los tengo.
- Tanta seguridad me enferma - el gesto de ese joven cambio de una forma tan sombría que un escalofrío se apodero de mi cuerpo.

Termine repitiéndome que no podía hacer nada, solo podía confiar en que Elias estaría bien.
Las horrorosas criaturas que estaban a nuestro alrededor comenzaron a moverse pero solo hacia Elias. El no dudo en cambiar de forma y combatirlas.

Realmente él era fuerte, no dejaba que lo tocaran ni un poco.
No podía respirar, la presión que sentía en el pecho no me lo permitía.

Las cosas comenzaban a empeorar conforme Elias eliminaba a esas criaturas. Ulisse no dejaba de observar detenidamente la pelea, él esperaba algo, una señal de Elias...
El dolor de mi pie realmente había desaparecido, pero ya sabia que no significaba que estaba bien. Mantenía la cuanto podía, pero había momentos en los que realmente quería salir corriendo...
Elias atacaba monstruosamente a esas cosas, cada vez que arrancaba una de sus extremidades un liquido gelatinoso salia, puede que sea sangre, pero una vez que tocaba el suelo o algún árbol lo desintegraba Como si de ácido se tratara. No sabia si el tiempo realmente avanzara, pero todo esto se estaba volviendo eterno.

Di un brinco de sorpresa al sentir que alguien tocaba mi pierna, cuando mire para saber de que se trataba había una pequeña criatura, la cual llevaba una capucha de color azul con orillas doradas, no podía ver su rostro, pero, con el llevaba un gran cetro que en la parte superior tenia una pequeña jaula que encerraba una hermosa flama azul.
Sus brillantes ojos rojos me miraban de una forma inquietante.
- Se te ofrece algo? - pregunte confundida...
- Con quien habla? - pregunta Ulisse, el cual cuando ve al pequeño salta para quitarlo, pero el pequeño es mas rápido y salta por encima de él dejando caer un carbón encendido con su flama azul.
El carbón cayo en mi pecho expandiendo sus llaman hasta cubrirme por completo.
Era algo extraño ya que no quemaban, pero, tenían cierto efecto que iba paralizando mi cuerpo poco a poco.
- Isa... Chise! - Ulisse parecía estar aterrado. Poco era el movimiento que me quedaba pero pude ver como Elias expandía sus ramas por los suelos y se alejaba de sus enemigos...
- Chise, no cierres los ojos!! - él solo me pedía eso, estando frente a mi trato de tocarme pero le fue imposible ya que las llamas que me cubrían se lo impedían.
- E... Elias, yo... No... - me era imposible terminar la frase.
- No hables, Chise no cierres tus ojos trata de mantenerte en calma y se que pensaras que es algo imposible, pero quiero que intentes moverte aun que sea poco a poco - trató de hacer lo que me pide, el moverme realmente es difícil y lo de cerrar los ojos, aun no entiendo a que se refiere.
Las llamas se iban haciendo cada ves mas pequeñas, pero, no recuperaba la movilidad y ahora bien entendía las palabras de Elias. Ya comenzaba a sentirme débil, mi mente se encontraba nublada y mis ojos pesaban.
Los sonidos ya no llegaban a mi, los labios de Elias y Ulisse se movían sin parar... Las llamas ya estaban a punto de desaparece y mis ojos de cerrarse.
Y después de un pequeño suspiro todo se volvió oscuridad...