55.- LA BELLEZA DE SU SER ♥ ✿ฺ' PARTE I

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Nunca me imagine llevar una vida diferente a la que me ofrecía mi Madre.

Pero...

Con tantas cosas que he pasado a lado de Elias, puede que ahora ya no me imagine una vida sin magia. Y mucho menos una vida sin Elias a mi lado.
Ahora que lo pienso tengo a tanta gente a mi lado que me seria imposible dejarla atrás y avanzar solo por mi cuenta, hay cosas que jamás creo que pudieran existir, así como jamas creí que encontraría a alguien que quisiera permanecer a mi lado... Pero, creo que en estos momentos no puedo seguir dudando y mantenerme en un solo lugar.
Quiero avanzar, quiero llegar mas allá de lo que la gente puede llegar a ver.

***

— Chise, Chise...  Despierta — la voz de Elias era como un elixir de sanamiento . Me alegraba de haber recuperado todos y cada uno de mis recuerdo, pero creo tanto mi alma como mi cuerpo se encontraban en un cansancio extremo que me era imposible el abrir mis ojos, al igual que mover mi cuerpo. No estaba segura de si estaba moviendo mis labios y trate de intentar hablar, segun lo que yo creía ya expresado que me encontraba bien... O eso esperaba.
La oscuridad reinaba por todo mi ser, en mi inconsciencia caminaba sin rumbo y lo que miraba era aquellos recuerdos que tanto atesoraba.

La primera vez que vi el rostro de Elias.
La primera vez que llegue a la casa que ahora es mi hogar.
Cuando conoció a Silky.
Nuestro primer beso.
El primer problema que afrontamos.
El sacrificio por el que pasamos.
Nuestro reencuentro.
Nuestra primer noche juntos.
Son tantas las cosas que hemos pasado en este tiempo, que me gustaría asegurar el hecho de que jamas las voy a olvidar. No me molestaba el encontrarme en este lugar, mi cuerpo aun se encontraba muy débil, realmente necesitaba dejarlo descansar antes de volver a despertar.
El ver mis recuerdos era como si reproduciera una película, creo que no había nada de lo que tuviera que arrepentirme.

Realmente agradezco que en ese momento el tomara mi mano.

                         ***

Traviesos rayos de luz comenzaban a molestar mis ojos, realmente eran molestos así que aun adormilada comencé a abrir mis ojos.
Todo a mi alrededor era borroso, así que los frote un poco con el fin de aclarar mi vista. Después de haberlo logrado me Levante de la cama y me dirigí a las escaleras, al sentirse un poco mareada me tome del pasamanos y fui bajando uno por uno los escalones.

Me pregunto cuánto tiempo ha pasado?
Como estará Elias?
Me frene y me lleve una mano a la boca al recordar que Silky también se encontraba herida en aquel momento.
Realmente espero y se encuentre bien...

Trata de bajar lo mas rápido posible pero me era difícil. Al llegar al último escalón, me deje caer y sin querer deje salir un ligero grito se cansancio. Me faltaba el aire, mi cuerpo realmente se necesitaba acostumbrar nuevamente a su rutina.
Después de haber soltado aquel grito se escucharon unos pasos que se acercaban a gran velocidad y al ver de quien se trataba no pude evitar dejar salir mis lágrimas.

— Elias — su nombre salió como un inaudible susurro. Trae de levantarme y lanzarme a sus brazos pero me fue imposible, pero al ver que me estaba ofreciendo la ayuda de sus manos las tome y lo jale hacia mi. Realmente me encontraba sin fuerzas, pero en ese momento lo que necesitaba era poder abrazar a Elias, así que logre alcanzarlo y el no podía esconder su sorpresa, pero al igual  que yo dejo salir sus lágrimas y me abrazo.
— Chise... — Su susurro era cálido, me transmitía todo lo que había callado.
— Perdón por la tardanza — mi pecho dolía al hacerlo soportar tantos sentimientos, mas de los que podía imaginar.
Nuestro abrazo se estaba volviendo eterno, solo que Elias se alejó un poco y después de mirarme fijamente y acariciar mi rostro, me beso de una forma que me transmitía tanto su alegría como su necesidad. 
Ciertamente esto hubiera sido eterno de no ser por la hermosa voz de Silky, la cual se encontraba a medio entrar por la puerta Principal.
— Despertó!!! — Elias se alejó un poco y ella se arrojó para darme un cálido abrazo.
— Como éstas, Silky? — ella sollozaba, sus lágrimas eran cálidas pero en su rostro se dibujaba una sonrisa. Se despego de mi con un ligero brinco de sorpresa.
— Por Dios, no he preparado la cena. Quiere algo en especial? — Me pregunto sin dejar de mirarme fijamente.
— Creo que me gustaría un poco de estofado y de postre una tarta de manzana estarían bien... — ella me miraba con la ilusión de que le pidiera algo, así que no podía decir que no quería nada en especial.
— Estará listo, solo esperen unos momentos — ella se levantó y a toda velocidad se retiro a la cocina.
— Chise, te ayudaré a subir para que puedas ducharte y cambiar tus ropas — lo miré sin dejar de mirar lo tiernamente, realmente no podía dejar de dar gracias por dejarme estar a su lado.
— Elias, disculpa por hacerte pasar por tanto dolor. Por no saber controlarme, por no haber hablado contigo de lo que me pasaba... Realmente lo siento.
— Chise, yo también tuve mis errores — tomo mi rostro en sus manos y se acerco a mi hasta que nuestras frentes quedaron juntas — De ahora en adelante hablaremos de todo lo que pensamos, de todo lo que nos molesta, de lo que sentimos... — sus palabras llegaron a estremecer mi corazón y con lágrimas en los ojos solo hice un pequeño movimiento de cabeza y acepte.
Después de mí reconfortante ducha, las pláticas fueron escasas. Eran mas las miradas y los gestos de alegría.
La cena que Silky nos sirvió estuvo de maravilla, el pasar unos momentos frente a la chimenea abrazada del amor de mi vida, fue algo que me hacia añorar mas momentos como ese, nunca jamás volveré a pensar que la vida es injusta, ya que después de cada prueba por mas dolorosa que se llegue a presentar, esta nos recompensa de una maravillosa forma, y en mi caso me brindó un hermoso hogar y una calidad familia... Y mejor aun me escogió una maravillosa persona con la cual pasare el resto de mis días.

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