LA BELLEZA DE SU SER'✿ฺ

53. - LUZ Y OSCURIDAD.

- Tu has sido llamada a este lugar por Kenala. Ella está pidiendo ayuda, desea poder dejar este lugar y llegar a donde la esperan - el joven de cabello largo me explicaba sin apartar la vista de aquella sirena.
- Kenala, no es mala. Había sido dolorosamente traicionada momentos antes de su muerte, el hecho de que su alma vagara y se topara con ustedes, marco fuertemente el andar de sus acciones.
Perdió todo rastro de razón, al darse cuenta que en ti veía todo lo que hubiera deseado en su vida - la joven de nombre Isabel, hablaba mirando directamente a mis ojos. Su rostro era extremadamente tierno y sus ojos mostraban un bello brillo - puede que sea envidia... Y actúe egoístamente, pero, ella realmente se arrepiente.
- El hecho de que estés aquí solo es por una razón...
- Cual? - pregunte en un hilo de voz.
- Que tu eres quien tiene la clave para salvarla - sus palabras eran algo que no podía creer, jamás seria capaz de salvar a alguien... No puedo ni mantenerme a salvo por unos segundos y él quiere que salve el alma de alguien que está sufriendo.
Que es lo que una inútil como yo podría hacer...?
Me pedían algo que a mis ojos era imposible, aparte la mirada de los chicos y la dirigí hacia Kenala.
Realmente ella esta poniendo sus esperanzas en mi?
Y si es así porque en mi?
Los rayos que la lastimaban cesaron por una breve pausa, pausa que fue usada por Kenala para dirigir una fugas mirada hacia mí. Era fría, pero en ella podía ver aquel dolor que aun le atormentaba, una gran tristeza, ella realmente me estaba pidiendo ayuda a mi.
- Puedo ver que ahora entiendes a lo que nos referimos...
- Por favor, ve y libera esta pobre alma...
- Llevenme de regreso a mi verdad... A mi cuerpo - ambos levantaron una de sus manos y las pusieron frente a mi a la altura de mi frente.
- Alma que no pertenece a la oscuridad, alma que emana luz de esperanza...
- Bondadosa alma que ira a su cuerpo y llamara a nuevos aires que traerán la libertad...

- Ve y cumple con el llamado de ayuda... - ambos llevaron sus manos a mi frente y con un ligero empujón fui cayendo...
Cerré mis ojos, y todo se volvió oscuridad.

- Chise, CHISE!! - la voz del joven mago me hacia saber que ya estaba de regreso. Aun me causa cierto sentimiento indescriptible el oír como me llama, el como me cuidaba... El simple hecho de como me miraba.
- Estoy bien - mi voz no llegaba ni a susurro. De poco fui abriendo mis ojos, y lo primero que vi fue el rostro del joven mago. Era tan fácil ver que todos y cada uno de sus sentimientos se hacían presentes en ese instante que me vio abrir los ojos.
- Chise... - su voz ahogada pronunciaba aquel nombre por el cual me llamaba... Mi nombre.
Después de contemplar su rostro por unos momentos, me percate de que mi cuerpo había recuperado parte de su fuerza, levante una de mis manos y la llave al rostro del joven.
- Me gustaría recordar este hermoso rostro... Y poder ver todo lo que he perdido.
- No importa, estaré a tu lado por muchos años o siglos... Sin importar lo que pase - Sonreí, trate de levantarme y al no poder sola él me ayudo.
Mire el escenario a mi alrededor... Todo era un caos. Lo poco que podía recordar me hacia ver lo tanto que había empeorado la situación.
La reina Titania y el rey Oberon trataban de encargarse de Kenala o de su cuerpo controlado por sus malos sentimientos, pero les era realmente difícil. Ella se encontraba realmente fuera de control.
— No se va a detener... Lo que tenemos que hacer es que su alma se libere de ese cuerpo decadente y descanse — mire al joven mago...
— Como podríamos hacer eso? — hasta yo mantenía aun esa duda. Por mas que aquellos jóvenes me dijeras que yo era la indicada para salvarla... Aun no llegaba a mi la respuesta del como.
— No lo sé. Como podría ser liberada un alma? O destruida?
—La respuesta a eso es, con otra alma — no imagino como un alma destruya a otra, aun que si uno lo piensa un poco, puede ser cierto.
— Usted cree que yo pueda ser capaz de hacerlo?
— Creo que en este lugar serias la única capaz de hacerlo...
— Como...?
— Estamos hablando de liberar el alma de una criatura mágica, que por ende somos parte de la oscuridad sin importar que caminemos a la luz del sol. Así que la única que puede llevar luz a el alma de Kenala eres tu — por alguna razón ahora me eran mas claras las palabras de los jóvenes.
Ahora mi pregunta era el como volver a hacer un alma...?
— Me ayudaría con eso... ? — mire al joven, el cual alejo su mirada de  con un liguero suspiro...
— hay una forma pero... Tendría que convertirte en un arma, y de esa forma llegar a ella... Pero, el cuerpo sería eliminado — ella sólo quiere dejar este mundo y descansar...
— Esta bien — puede que estuviera tomando una decisión que a mi no correspondía, pero... No había tiempo para dudar.
— Chise, necesito que te mantengas tranquila. Una vez que tu alma salga de tu cuerpo actuara base a lo que deseas... No dudes, ten muy presente lo que deseas lograr y vas a ver que todo saldrá bien.
— Entiendo — el joven mago me tomo en sus brazos y avanzo un poco hacia donde se encontraba la reina.
— Puedes mantenerte de pie unos momentos? — me pregunto.
— Claro — realmente no sabia si era capaz, pero lo haría.
— Bueno — bajo mis pies hasta que tocaron el frío suelo y me soltó. Se coloco tras de mi y a nuestros pies sus espinas formaron una densa sombra que llegaba hasta Kenala.

Luz y Oscuridad
Un arma del alma crear
Y
Ha aquel cuerpo decadente
Atravesar y paz otorgar.

Una cálida luz nos cubrió y mi cuerpo cayo.
Era algo extraño, todo ante mis ojos era igual, pero, mi cuerpo se encontraba tirado con los ojos cerrados.
Formaba parte de los espinos del mago, Kenala seguía fuera de control. La sombra que se extendía hasta ella dejo libres unos espinos los cuales la ataron.
— Es nuestro turno... Lista? — un extraño impulso se apoderaba de mi, estaba lista... Era el momento de terminar con todo este dolor.

Soy la luz que atravesara
La oscuridad y destruirá las cadenas que te han condenado.

Soy la oscuridad que
Dejara libres sus espinos
Y acabaran con la falsa
Luz que mantiene vivo ese
Cuerpo decadente.