LA BELLEZA DE SU SER'✿ฺ

34.- EN BLANCO.

La noche transcurrió tranquila y llena de magia y nostalgia.
No e podido dormir en toda la noche pensando en ir y ver el cuerpo de Chise, pero me detiene la idea de que eso la pueda perjudicar.
Trato de mantener el control de todas las emociones que poco a poco me han ido consumiendo Y que por alguna razón me asfixian cada vez que pienso en dejarme vencer.
Camino por toda la orilla del frío río llevando como compañero un fúnebre silencio. Desde el momento que todo cambio fui consciente de lo mucho que tenia que aprender... Y lo mucho que me costaría poder corresponder todo lo que se me brindaba.
Pero... Chise me entregaba mas de lo que podía pagarle... Y aun así ella jamas me pidió nada que no fuera el vivir.
Era tanta mi concentración que el simple sonido de una piedra en el agua me regreso a la realidad. Creo que fue por impulso que deje salir de las sombras cientos de espinos al ataque... Pero cuando mire bien me encontré con la pequeña Cherlinne, convertí mis espinas en cientos de luciérnagas que iban desapareciendo poco a poco. Estaba a punto de herirla...

Que es lo que hice...?

La mire desconcertado y dando unos pasos hacia atrás decidí desvanecerme y alejarme lo mas posible.
No sabia como sentirme. MALDICIÓN!!
Como salí huyendo sin dirección alguna me detuve en una pequeña cascada que encontraba a un lado de un gran árbol.

Un gran árbol...

Camine hacia el, mi andar se hacia cada vez mas pesado y asfixiante. Realmente me era difícil avanzar.
Trate de avanzar lo mas que pude, pero no me fue posible avanzar un poco mas de la mitad, caí de rodillas y trataba de atrapar mucho mas aire del que podía. Mi mirar se mantenía en los suelos, después de estar un momento sin hacer movimiento alguno pude levantar la mirada y ver un poco mas de cerca y con atención el gran árbol. Para ser una mañana con buena iluminada, este lugar estaba un tanto oscuro.
Este tiene que ser el gran árbol de Nevin.
Se supone que no tengo que estar en este lugar, pero fue inconscientemente que llegue aquí.

Chise... Ella, tienes que estar aquí!

Trató de levantarme y me es imposible, mis músculos ejercen una presión que me hace sentir que estallaran.

- Quien eres y que haces aquí? - una voz resonaba por todo el lugar - te e hecho una pregunta.
- Soy Elias. Elias Ainsworth. Estoy aquí por que huía, no fue intencional.
- Veo que hay algo que quieres... Y ese algo esta conmigo.
- Como lo sabe?
- Soy viejo y después de vivir como dragón ahora lo hago como un árbol... No tengo ojos, pero puedo sentir el almas de las personas. Y tu eres dueño de una muy particular.
- A que se refiere?
- Es vivido aun más que yo, pero tu alma es pura e inmadura... Entiendo.
- Perdón?
- Sigue mis ramas...- No entendía lo que el viejo árbol decía, pero, aun así lo seguí.
Lo primero que se vino a mi mente fue que me regresaría a donde todos de encontraban, pero... Estando tan cerca de donde ella esta... Que es lo que debía hacer?  - No intentes nada.
Al parecer había dejado mis pensamientos expuestos, trate de que eso ya no pasara y me mantuve tranquilo. Realmente creí que no me encontraba cerca de aquel árbol que hace unos momentos contemplaba, pero estaba en un error ya que la distancia que de el me separaba aún era mucha.
Las ramas dejaron de guiarme y regresaron a su lugar. Mire a mis alrededores y no había nada mas que una hermosa vista. Escuche el sonido de ramas y tierra moviéndose, así que volví a fijar la mirada en el árbol y me lleve la sorpresa de encontrar el cuerpo de Chise descansando sobre  un manto blanco encima de las raíces del árbol.
Su rostro mostraba una gran tranquilidad, su cabello era aun mas largo que la ultima vez y porta un bello vestido blanco de seda adornado con pequeños detalles en dorado.

Era ella...

Me deje caer, no sabia que hacer. Todos los sentimientos que me lastimaban o me hacían sentir mal, se iban esfumando uno por uno. Tan solo faltaba que abriera sus ojos y ver ese hermoso color esmeralda... Por unos minutos me mantuve alejado para calmar todas estas sensaciones y sentimientos.

Chise...
Chise...
Chise...
¡¡CHISE!!

Al parecer todo en mi ya había tomado su lugar, así que decidí ir  a su lado.
A cada paso que daba mi corazón latía mas y mas rápido, así que daba unos cuantos pasos y me detenía a tomar una gran bocanada de aire. Todos estos meses, días, horas y minutos me hacia a la idea de que nunca la volvería a ver así que en estos momentos no sabia lo que tenia que decir o hacer cuando la tuviera en mis brazos.
Llegue a su lado... Se veía realmente hermosa.

Ella era cubierta con una luz que se tornaba verde por la vegetación del lugar.

- Despiertala... Anda - el viejo árbol de Nevin me volvía a hablar.
- Pero, como? - eso no sabia como hacerlo.
- Desde que ella llego a mi, su alma a estado gritando por Elias... Elias. Ella tiene una esencia similar a la tuya, y es por eso que te e traído a ella.
- Chise - lleve mi mano a su mejilla derecha y junte mi cara a la suya. Extrañaba su aroma, acerque mi boca a su oído - Ya podemos estar juntos para siempre - puede que mis palabras no llegue a donde esta ella pero deseo que lo hagan...

[...]

- Alguien me llama...