LA BELLEZA DE SU SER'✿ฺ

40.- LAGO ESPEJO.

Han pasado cuatro días desde que perdí el conocimiento al atender el llamado de la puerta. Desperté hasta el día siguiente pasadas las dos de la tarde. Elias se había mantenido a mi lado todo ese tiempo en vela. 
Él me atendió hasta que vio por su propio ojo que ya estaba bien, de hecho no pregunto nada,
Fui yo la que le dijo que no recordaba a quien había visto después de abrir la puerta.
Desde ese día me quiso limitar a muchas cosas, pero no era justo.
Pasábamos las noches en silencio, ya que yo dormia antes que él, cuando despertaba a cierta hora de la madrugada veía como Elias solo me abrazaba.

- Elias... - lo llame.
- Duerme, Chise - sabia que todo lo que hacia era para cuidar de mi... Pero, no sentía que fuera justo...
- No quiero - me solté de sus brazos y salí de la cama, deje la habitación y baje corriendo las escaleras.  Abrí la puerta y salí corriendo, no llevaba puestos zapatos pero no me importó.  
Lo escuchaba gritar mi nombre a lo lejos, pero no quería parar... Quería salir de mi hogar, hogar que se convirtió en una especie de jaula. Eso no era lo que quería.
Por fin podemos llevar una vida normal, tranquila... Por que se preocupa tanto?
Si realmente ese día me hubiera pasado algo malo ya no estaría aquí... O mas bien ya no estaría a su lado.
La voz de Elias ya no me seguía, espero y lo haya perdido. Deje de correr cuando me percate que estaba frente a un gran lago, me detuve por completo y comencé a admirar la vista... En el lago se podía apreciar el reflejo de la luna y su luz, pero al mirar al cielo la luna ni estaba, de hecho el cielo estaba nublado.
Como era posible eso?
Cuando deje mis pensamientos de lado comencé a sentir un
Dolor insoportable que provenía de mis pies.
Era cierto, no llevaba zapatos!
Me deje caer, acomode mis pies de manera que pudiera verlos bien.
Sangraban las heridas que me había causado mientras corría. Aun no quería regresar a casa, pero tenia que curar mis pies. Me acerque a la orilla del lago y decidí meter los pies en el agua.
Ardían, no pude evitar quejarme y hasta gritar. Trataba de entender la sobre protección de Elias, pero me era imposible.
Muchas veces trate de recordad a quien ví cuando abrí la puerta, hasta que una silueta vino a mi recuerdo...
Una pequeña?
Recorrí mis alrededores y miraba como todo se mantenía inmóvil, los arboles daban la impresión de estar en movimiento, pero mi era así. Las hojas que caían estaban suspendidas a medio caer, retire mis pies del agua y fue sorprendente ver como no estaba empapados... Se podían ver claramente las heridas que tenían, lo bueno es que ya no sangraban. Me levante lentamente, aun dolían. Di pequeños pasos hacia los arboles, pero mientras avanzaba escuchaba como se hacían presentes pequeños ecos de risitas.
Quien andará por aquí?
No deje de avanzar, y mientras lo hacia me percataba de que ardillas, aves y todo a mi alrededor no tenia movimiento alguno...

Era como si...

- El tiempo esta detenido en este lugar - mire rápidamente hacia el lugar de donde provenía la voz.
- Quien eres? - pero no encontré a nadie... Solo estaba el gran lago.
- Mi nombre es Aria... -  la podía escuchar con claridad... Pero donde esta? - regresa a la orilla del lago... - por alguna razón no podía desconfiar de sus palabras. Así que camine de regreso y me lleve la sorpresa de encontrar el reflejo de una pequeña en el lago.
- Pero, como?... - no tenia palabras.
- Tu estas dormida... Y te encuentras dentro del reflejo del lago.
- Pero, como fue que paso? no recuerdo que me haya pasado nada fuera de lo normal...
- Fue en el momento que tus pies tocaron el agua, el problema es que tu cuerpo no resistirá tanto tiempo.
- Moriré? - tan solo al pronunciar esa palabra en pregunta, mi pecho sintió un dolor inimaginable.
- No sinos apresuramos... - pero ella callo al al oír la voz de Elias...
Elias!? Aun me esta buscando! Pero por la cara de la pequeña me daba a entender que no era nada bueno - no me imagine que vendría...
- Huí de la casa me esta buscando...
- Eso es malo.
- Por qué lo dices?
- necesito alejarlo antes de que las... - La pequeña no pudo terminar de decir las cosa ya que del lago salieron unas criaturas que parecían ser... Sirenas. Eran tres en total, y se burlaban.
Ellas eran las que dejaban el eco de risitas. Había una que se encontraba en medio, ella me miraba sin hacer expresión alguna. - Corre!! - Me grito la pequeña, me levante a como pude y corrí hacia los arboles inmóviles. Trate de no voltear hacia tras, pero me fue imposible  y termine haciéndolo. Del agua salían una especie de llamas las cuales estaban deteniendo a las "sirenas".
A mi parecer ya había avanzado lo suficiente, pero cuando me detuve y me di la vuelta... Era como si no hubiera avanzada nada, aun me encontraba a espaldas del lago.
Las llamas estaban por desaparecer aquella criatura que s encontraba en medio de las otras me miraba furiosa.
Las tres criaturas levantaron las manos y en un movimiento rápido crearon una ráfaga de alucinantes navajas, Aria grito de dolor y sin pensarlo me acerque a la orilla del lago y ver como se encontraba.
Pero antes de llegar a ella una especie de enredadera me atrapo, levantándome unos metros del suelo.

- No escaparas... - la voz de esas criaturas estaba lejos de ser un hermoso canto de sirena...

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