LA BELLEZA DE SU SER'✿ฺ

4-. Ë̤n̤̈ ṳ̈n̤̈ s̤̈ṳ̈ë̤ñö̤.

         Silky me deja en la que será mi habitación. Es un cuarto no tan grande, su decoración es sencilla, pero no esta mal.
          Lo primero que se me ocurre hacer es arrojarme en la cama.  Es cómoda.
        Aun no se como ir tomando todo lo que esta pasando. Y pensar que hace tan sólo un momento me intente quitar la vida, ahora tengo un nuevo hogar y...  Él... Qué es lo quiere de mi?
        Sé que no es malo, o al menos es lo que pienso y siento. Dijo que Silky no habla tal vez por su presente o tal vez por su pasado... Que quiso decir?
       Mis ojos van ganando peso y se van cerrando poco a poco...

      ** mis ojos se abren y no logran ver nada, la oscuridad es realmente dominante. Pero logró ver mis manos... No. Me logro ver por completo, estoy despidiendo un extraño brillo. Porque?
       Parece ser que no  hay nadie mas aquí, Así que comienzo a caminar, pero no logro llegar a ningún lado. Así que corro, y trato de que sea lo mas rápido que puedo, pero no hay nada...  No hay nadie...  Es igual que en la vida real.  Estoy sola... Sola... Me detengo poco a poco, y me dejo caer.
- Levante te - una voz comienza a resonar - levanta te, ahora - conozco esa voz...
- Elias! - donde esta? No logro ver nada...  No, hay algo justo frente de mi.  No es Elias. Lo único que logró distinguir es un par de ojos rojos. Pero...  No dan miedo. Tienen un brillo tan hermoso, y lo único que veo en ellos es posiblemente lo mismo que yo siento...  Miedo y soledad.
       Estiró mi mano e intentó llegar hacia dónde están aquellos ojos.
- Estas segura? -es la voz de Elias.
- Si,  lo estoy.      **

      Mis ojos se abren de golpe y me levantó, miro por la ventana y el cielo ha comenzado a ser coloreado con aquel azul oscuro del anochecer. Salgo de la habitación y miro la puerta del cuarto frente al mio, pero después camino hacia las escaleras y comienzo a  ver las demás habitaciones...  Llegando frente a dos hermosas puertas, me détengo y me limito a observarlas.