Las cosas iban tomando su lugar. Sin siquiera haber tenido una pizca de esperanza en mi misma, ahora todo me iba dando tanto esperanza como confianza de que todo estaría bien.
Kenala se encontraba peleando con los espinos que la mantenían atada. El joven mago se mantenía en guardia, contemplando cada movimiento que esta hacia, buscaba el momento indicado para atacar.
Realmente algo en mi era diferente, en estos momentos las dudas y los temores se habían alejado de mi, hasta en momento sabía lo que tenia que hacer.Por mas inerte que me encontraba en mis pensamientos, fui capaz de percibir un ligero latido...
Que fue ese latido?— Chise, no bajes la guardia.
— No! — aquella sensación me había tomado por sorpresa.
— Afirmó el hecho de que pudiste sentir aquel ligero marido...
— Así es...
— Esa es nuestra señal... Solo esperemos que el número de latidos aumente y ese será el momento de que cumplas con lo acordado...
— Claro! — tenían que estar atenta y aun con la inquietud que me dominaba fui capaz de lograrlo.Uno... Dos... Tres, poco a poco aquellas pulsaciones se fueron haciendo mas y mas... Una tras otra.
El joven mago cerro por un momento sus ojos y retiro parte de la fuerza que empleaba en las ataduras de Kenala...
— CHISE, AHORA!!! — sus ojos se abrieron y salí disparada hacia mi objetivo, poco antes de llegar al cuerpo de Kenala se abrió ante mi una grieta, la cual atravesé a gran velocidad.
De un momento a otro ya había regresado al mismo lugar donde se encontraba el alma de Kenala. Aun se encontraba en tinieblas, yo avanzaba a través de todo lo que ahí se encontraba, la luz que emanaba de mi me daba una especie de alas, las cuales a su paso iban deshaciendo cada gramo de oscuridad.
Ya me faltaba poco para llegar a donde ella se encontraba.No había dudas... Quería salvarla. Aun hay cosas que no entiendo por mi falta de memoria... Pero, se que aun teniendo todos esos recuerdos seria capas de perdonarla.
Todo iba cambiando en ese lugar, ya era poco lo que se podía visualizar de la tinieblas...— Kenala... — ya me era posible verla a la distancia, su estado había empeorado. Extendió mis brazos y después los lleva a mis costados de una forma rápida para tomar velocidad. Ya faltaba poco para que la pudiera alcanzar, pero, de la nada comenzaron a atacarme largas enredaderas de los árboles secos que la mantenían atada. Me daba por enterada que no querían dejarla ir, pero eso no me iba a detener.
Ya había marcado una meta, y alguien necesitaba de mi ayuda... Avance sin hacer caso de los rasguños que me iban causando, pero mientras avanzaba aquella luz que me rodeaba iba perdiendo intensidad, haciendo que los golpes que recibía fueran mas dolorosos. Cada vez me costaba mas trabajo mirar hacia dónde me dirigía...— CHISE, NO DUDES!!! — La voz del joven mago me tomo por sorpresa.
Él sabía lo que estaba pasando, forcé un poco mi vista y con un poco de dificultad volví a localizar a Kenala.
Seguí mi camino sin siquiera poner atención de lo que pasaba envió entorno. Deje que me atacaran aquellas enredaderas sin poner atención al dolor, tenia que llegar a ella...
Tenia que llegar a ella...Faltaba poco, solo un poco mas. Estire mis brazos, y la alcance. La tenue luz que quedaba a mi alrededor se intensificó y las cadenas que mantenían a Kenala prisionera fueron desapareciendo. Todo a su alrededor iba tomando una nueva forma, ya las tinieblas se habían esfumado, y con una indescriptible calidez abrace a Kenala la cual débilmente me correspondió.
— Ya ves que solo tenias que confiar...— su voz era mas tenue que un suspiro.
— Ya todo termino... Ya eres libre.
— Gracias... — despego su cuerpo un poco del mio, realmente estaba devastada, pero, su rostro mostraba una sonrisa — ya es momento de que me vaya... — ella miro al cielo y después me miro a mi — Perdón, por todo el dolor que te cause. Realmente eres afortunada al tener a aquel mago. Te ama, y no va a dejar de hacerlo por mas que otros lo deseen.
— No recuerdo nada... Pero creo que de alguna forma yo también seria incapaz de dejarlo.
— Sobre eso... — Kenala me volvió a abrazar y una monstruosas llamas nos cubrieron y fue entonces que... — ahora todo está bien — mis lágrimas caían una tras otra, ahora recordaba todo. Absolutamente todo.
— Elias... — permanecíamos suspendidas en el cielo, ella me soltó y se alejo de mi.
— Ya es momento de irme. Realmente lo siento y por favor nunca olvides lo mucho que él te ama... Hable saber lo mucho que tu también lo amas a él — ella miro nuevamente al cielo y al mismo tiempo que el viento soplaba ella iba desapareciendo.
— Adiós... Descansa, Kenala.
Mis lágrimas no se detenían, y al volver a recordar todo mi mente se nublo y perdiendo la poca fuerza que me quedaba comencé a caer...— Ya te esperaba...
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LA BELLEZA DE SU SER'✿ฺ
Fiksi PenggemarMI MADRE SIEMPRE ME A CULPADO POR EL ABANDONO DE MI PADRE... QUIERO MORIR... YA NO QUIERO ESTAR AQUÍ... ~NO DEJARE QUE MUERAS... APRENDERÁS A AMAR LA VIDA... Mi camino fue cruzado junto con el de él y fue en ese momento que todo dio un giro de 360° ...