Capítulo 34 | Herida

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La respiración empezó a acelerarse y las lágrimas a caer por sus mejillas. Escuchó unas pisadas cada vez más cerca, temía que se tratara de alguien que quisiera acabar de una vez con su vida.

-Creo que vi algo –dijo el chico que se acercaba.

La mirada de ____ estaba algo borrosa y no podía distinguir lo que sucedía a su alrededor. Sintió como el corría hacia ella y se arrodillaba a su lado. Cerró los ojos esperando su fin.

-____... –lo escuchó decir su nombre con preocupación.

-¿J-Jack? –Tartamudeó.

-No hables –ordenó-, ¡Jake! ¡Justin! ¡La encontré! –gritó.

El crujido de las ramas y hojas en el suelo hicieron saber a ____ que ellos se estaban acercando.

-¿____? –Justin recorrió su rostro con los dedos-. Nena, abre los ojos.

Con mucho esfuerzo, abrió lentamente los ojos. Notó cómo Justin le dedicaba una mirada tranquilizadora.

-Alguien tiene que sacar esa flecha –advirtió Jake.

Justin miró con preocupación a ____ y luego a sus hermanos.

-Yo lo haré –Dijo finalmente. ____ lloró aún más sintiendo el dolor en su estómago y la angustia de saber que le iban a sacar la flecha-. No, linda. No llores. Será rápido, te lo prometo. Estarás bien, ¿de acuerdo? –Ella asintió con la cabeza.

Jack le sujetó la mano con fuerza y ella cerró los ojos. Justin miró con nerviosismo la flecha y tragó fuertemente. No quería que ____ sufriera por su culpa. Llevó sus manos temblorosas a la flecha y con un rápido movimiento la sacó. ____ gritó.

-Ya está –susurró acariciándole el cabello-, ya terminó todo.

-Una última cosa y estarás bien –dijo Jack. Llevó la mano de ____ hacia la herida-, ¿recuerdas lo que te enseñé?

Ella cerró los ojos y como lo había hecho las pocas ocasiones anteriores, dejó que su mano hiciera todo el trabajo. Cuando creyó suficiente, abrió los ojos y miró su abdomen, en donde no quedaba ni una marca y la camisa solo estaba rota.

-¿Crees que puedas ponerte en pie? –Le preguntó Jake.

-Creo…

Con ayuda de los chicos, se levantó y se sostuvo de ellos para no caer, ya que se sentía algo débil.

-¡____! –Gritó Franklin corriendo hacia ella-, te dije que no salieras de la cabaña. ¿Estás…? –Miró a los chicos que estaban junto a ellos. Miró a sus tres hijos que no veía hace mucho tiempo.

-Papá… -dijeron los tres al unísono, mirándolo fijamente. 

Una Profecía | Justin Bieber y _______ VanGlodiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora