Capítulo 27

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Seis años atrás

Oksana

Corro a los brazos de Dmitriy apenas lo veo bajar de su carro, estacionado frente a mi casa. Le pedí, gentilmente, si me podía dar un aventón al trabajo y no dudo en decirme que sí. Lo adoro por esto: me mima, me abraza, nunca que me dice que no, me hace sentir como una niña pero al mismo tiempo una adulta, me trata bien y nunca tengo que pedirle algo. Es atento y me cuida, como nunca nadie lo ha hecho antes de ahora y yo... creo que estoy enamorada.

Me dejo llevar por el beso cuando nuestros labios se tocan. Dmitriy me abraza fuerte y contesto con lo mismo, para hacerle sentir lo mucho que adoro su cercanía. Cuando nos separamos, lo miro directo a los ojos y le sonrío. «Entonces» comienzo. «¿Por qué llegaste tan temprano?».

«Tengo un par de cosas que hacer y me preguntaba si te gustaría venir conmigo».

«Si llegamos a tiempo al trabajo, podemos pasear por el mundo» digo, sonriendo y despertando su sonrisa.

Algo que noté en Dmitriy es que no ríe a menudo. Se limita a sonreír, levantando solo las comisuras de la boca. Puede parecer algo insólito, pero ni siquiera muestra los dientes cuando lo hace. No es que haya algo extraño - cada quien ríe a su manera - pero siempre es así de serio. También sus ojos parecen ser inexpresivos, pero en estos días aprendí a reconoce cuando algo le molesta o cuando está "feliz", si es que con él se puede usar este término. No se porque es así de frío, pero lo ayudaré a relajarse y a descongelar el muro de hielo que lo rodea.

Le sonrío otra vez, con la ilusión de darle alegría a sus ojos, pero solo veo gentileza. Nada más, nada menos. 
Por el momento eso me basta.

«Estaremos aquí antes de os previsto, tranquila. ¿Nos vamos?».

«Si».

Dejo que me abra la puerta y subo en su lujoso carro.

«¿Has hecho algo interesante hoy?» pregunto, curiosa, mientras vamos por la calle.

«Mmmh, nada que no haya hecho ya otros días, pero hoy coloqué en el mundo del trabajo a cinco personas más que ayer».

«¡Bien hecho, mi chico!» exclamo, inclinándome para darle un beso en la mejilla. «Entonces, ¿a dónde vamos?».

«Vamos a escoger los muebles para el nuevo baño. Sabes, así cuando vivamos juntos tendrás un lugar todo tuyo»-

Sonrío aún más porque no me esperaba una frase como esa salir de su boca. Si por un lado es frío y "silencioso", Dmitriy está siendo más "hablador" con sus gestos.

«Okay» es lo único que digo, tomada por sorpresa por la timidez.

«¿Todo bien?» pregunta, viéndome de vez en cuando.

«Si, todo bien. Es solo que...» comienzo, pero soy interrumpida antes de terminar la frase.

«Si se te hace muy pronto para hacer ciertas cosas juntos, dímelo, Oksana. No quiero presionarte de ninguna forma posible. Pero visto que dos días si y uno no estas en mi casa, creí que te gustaría elegir algo para ti».

En efecto, tiene razón. Estoy creando problemas sin sentido dado que prácticamente vivimos juntos desde hace una semana. Ahora, todo puede parecer demasiado, pero entiendo que tal vez Dmitriy - a lo mejor por la edad - siente la necesidad de hacer todo en orden. Aunque me parece apresurado, lo dejo estar, porque lo único de que lo estoy segura en este momento es que quiero estar con él. Y si esta es la única forma para mi está bien.

«Después de todo tienes razón» termino. «¿Puedo escoger el color de las paredes?» pregunto, bromeando.

«Es como si fuera tu casa. Puedes elegir lo que quieras».

Paso las dos siguientes horas escogiendo los muebles del baño, toallas, barnices y todo lo que tiene un baño cómodo. Traté de no elegir cosas muy costosas, pero para Dmitriy este es el último problema. Me aseguró más de dos veces que tenía que elegir lo que me gustara sin mirar el precio. Y así lo hice. Para terminar, tendría que haber salido un buen "resultado".

¿Qué hubiera pasado si hubiera escuchado las paranoias de Karina? Seguramente me perdería todo esto y a Dmitriy. Seguramente me arrepentiría de mi decisión, con la duda permanente de que si no lo hubiera conocido. Y ahora él es mio y lo disfruto al máximo. No quisiera equivocarme pero es el hombre perfecto con quien contraer matrimonio. La persona que me faltaba a mi lado, alguien con quien compartir mi vida y formar una familia. No se si este "cariño" se deba al hecho que siempre me ha faltado un punto fijo, alguien de quien aprender, pero quiero que mi vida cambie y quiero cambiarla con él.

◎◎◎

Un poco más tarde eme encuentro nuevamente en casa para ponerme mi uniforme e ir al trabajo. Dmitriy está abajo en el carro esperándome, por lo que aprovecho su ausencia para tomar una píldora antes de llegar al local. No lo se, pero desde que las empecé a tomar, me es imposible dejarlas. No sentir el cansancio y trabajar el doble me ayuda a no concentrarme tanto en las miradas que caen en Dmitriy. Sé que tal vez estoy desarrollando un tipo de dependencia, pero creo que seré capaz de dejarlas cuando quiera. También sé que parece la típica frase de drogadicto que piensa que no depende de la droga, pero estoy calculando fríamente para no hacerme daño. Pero al momento siento que no puedo vivir sin ella, por lo que seguiré tomando algunas sin exagerar y, sobre todo, no mezclandola con alcohol. Tengo todo bajo control, ¿no?

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