Capítulo 87

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Actualidad

Oksana

Cuando corro a la cocina para tomar el celular, me doy cuenta de que la puerta del apartamento está abierta. Tengo que darme prisa si quiero ayudar a Matt. Sé que, si hubiera encarado a Dmitriy al momento y sin armas, no hubiera tenido alguna posibilidad. Inmediatamente llamo a la policía mientras tomo el primer cuchillo que encuentro en el cajón de los cubiertos. El corazón me duele por la agitación, pero, después de haber informado a la policía y de haberle dado la dirección de Matt, me apresuro y regreso a la habitación. Tengo que terminar con esto. Dmitriy ya no puede tener poder sobre mí y tiene que dejar de existir. El miedo me paraliza, pero aun así logro que mis pies reaccionen. Un ruido sordo me hace estremecer y me obligo a apresurarme.
Lo que veo, apenas llego a la habitación, me deja sin respiración. Matt tiene el rostro hinchado por los golpes y Dmitriy está igual, pero en el suelo y aparte está... ¿Conny?
Aún demasiado afectada por ver lo que acaba de pasar, dejo que las lágrimas salgan, las rodillas me fallan y me dejo caer al suelo. Matt corre a mi lado. Siento como me quita el cuchillo de las manos y me abraza. Sollozo en su cuello y tiemblo como una hoja.

«Ya terminó. No llores. Ya todo se acabó». Me dejo acurrucar en su abrazo y dejo que los temblores de mi cuerpo se calmen. Él sigue calmándome, pero, alguien me aleja de sus brazos.

Cuando levanto la mirada, veo como una Conny preocupada me observa todo el cuerpo. «¿Te hiciste daño? ¿Estás herida?».

Parece muy interesada en mi integridad física, aunque su forma de ser me deja un poco perpleja. Asiento. Ella suelta un suspiro de alivio y me abraza. Sí, me abraza fuerte y yo que quedo con los brazos caídos a mi lado. Cuando veo la honestidad en sus ojos y una pizca de miedo mezclado con lágrimas, me dejo ir y le regreso el abrazo. A todo esto, Matt nos ve con el ceño fruncido y me doy una breve sonrisa. Cuando Conny me deja respirar, toma a Matt de la mano y lo sienta en la primera silla que ve. «Tú estás herido» alega, dirigiéndose al baño. «¿Dónde está el maletín de primeros auxilios?».

Cuando Conny se va a la habitación, por el umbral del apartamento, entran la policía y dos paramédicos. Los segundos se ocupan inmediatamente de Matt (no lo sé, pero estoy contenta de que hayan llegado primero que Conny y ese tipo de pensamiento en este momento no es normal).
Mientras Dmitriy vuelve a recuperar la consciencia, los policías se aseguran de que no escape y, apenas despierta, lo esposan y lo sacan. Pero, una pregunta no deja de dar vueltas en mi cabeza.

«¿Cómo pudiste derribarlo? Cuando llamé a la policía parecía que estaba por matarte» digo, dirigiéndome a Matt quién hace de todo para no moverse mientras el paramédico le limpia las heridas.

«Fue Conny. Lo ha hecho con un golpe en la cabeza».

«¡No!» grito, sorprendida.

«¡Sí!» se entromete ella. «Acababa de llegar de la escuela cuando, antes de entrar a mi casa, escuché unos ruidos raros que venían de aquí. Además, la puerta estaba abierta y cuando vi como ese viejo estaba golpeando a Matt, no dude en hacerlo. Aparte, había una pistola en el suelo y yo tengo malas experiencias... Me asusté» termina con la mirada perdida en el vacío.

«Gracias, Conny. Si tu no hubieras intervenido, probablemente hubiera terminado peor» digo.
Sí, porque si ella no hubiera llegado a tiempo, Matt estaría peor golpeado y yo hubiera matado a Dmitriy. Probablemente a esta hora estaría en la cárcel con el cargo de homicidio, jugándome por siempre la oportunidad de estar con Matt. Porque ahora no lo dejaré, no después de haber vivido en propia carne lo que significa perderlo. Tuve miedo de morir y de no poder pasar el resto de mi vida junto a él. Tuve miedo de que lo asesinara y tuve miedo de matar de nuevo. Por eso, cuando vi a Dmitriy en el suelo, rompí en llanto, era un llanto liberador. Me quité un peso de encima y, ahora que la policía se lo llevó, puedo soltar un verdadero suspiro de alivio, consciente de que ya no lo volveré a ver.
De hoy en adelante, espero que el pasado se quede en el pasado

Un año después

Matt

De todos los lugares que he visitado en toda mi vida, Rusia me faltaba. Oksana y yo regresamos para terminar unos asuntos. Después del arresto de Dmitriy, nos llamaron para dar nuestro testimonio. Oksana contó todo lo que pasó hace cinco años, denunciando a Dmitriy. Este último está condenado a cadena perpetua por el asesinato de quince personas y el intento de la decimosexta. En las cuales se encontraban su primera esposa y otras doce inocentes mujeres, al cargo se le sumaron Thiago y Lyudmila. Además, una semana antes de que "nos visitara", Dmitriy asesinó a Igor. Ya sabía que él era el responsable de la desaparición de su dinero, por lo que hizo bien en eliminarlo a él también.
No puedo creer que hayamos salido vivos de la furia asesina de un loco. Se tiene que estar realmente enfermo si tu mente reacciona de esa forma después de una desilusión de amor. Estoy feliz de que ya todo terminó, también porque Oksana y yo pasamos el último año de tribunal en tribunal de los Estados Unidos, primero por Dmitriy y después por lo demás. Otra cuestión que ya resolvimos fue la de contarle todo a nuestros amigos. Cuando Astrid y Jason se enteraron no lo podían creer por lo absurdo que sonaba, saber que habían dejado a su hijo en las manos de alguien que trató de asesinar a su marido, hizo que la precaución aumentara. Comoquiera, entre los dos lograron aceptar la realidad y ya se acostumbraron a llamar a Oksana con su verdadero nombre, con excepción de Elia, que la sigue llamando tía Nica. Al resto del grupo también les contamos la verdad, pero dejando de lado los detalles macabros.
Aquí, en Moscú, tenemos que finalizar las últimas cosas. Dado que Oksana estaba casada, tuvimos que preparar los papeles del divorcio y finalmente ahora es una mujer libre. El hecho de que siguiera casada me hacía enojar más que otra cosa.

Pero estoy feliz de que nos haya regalado otra oportunidad, a pesar de que casi morimos. Ahora, mientras veo a Oksana reír con su amiga Karina, recuerdo lo afortunado que fui al conocerla, y pienso en lo hermosa que se ve cuando sonríe sin que algo la detenga. La sonrisa que había perdido regresó cuando se dio cuenta de que tenía otra oportunidad, cuando se dio cuenta que tenía que volver a vivir, le bastaba abrir los ojos para entenderlo en solo un segundo: la vida es un milagro y cada escalofrío te lo recuerda2.

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2la vida es un milagro y cada escalofrío te lo recuerda – estrofa extraída de "Escalofríos – Gemelli DiVersi.

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