Estaba acostada en mi cama en casa. Mi antigua casa.
<< ¿Cómo llegue aquí? >> pensé.
─ ¡Oh, ya despertaste! ─ Sabrina estaba a mi lado.
Me sentí muy feliz por verla.
─ ¿Qué haces aquí? ─ la abracé.
─ Vine a verte. ¿Cómo has estado? ─ me dio una de esas encantadoras sonrisas.
Su cabello al igual que sus ojos tenía un brillo especial, diferente.
─ Bien, creo ─ toqué mi pecho inconscientemente, la marca estaba ahí.
─ Tranquila, ellos te quieren ─ sonrió.
─ ¿Quienes?
─ Ya lo sabrás, pero no te tendrán.
─ ¿Cómo lo sabes?
─ Porque te mataré primero ─ sacó un cuchillo y cuando la punta estaba por tocarme, me senté gritando y jadeando.
Fue un sueño, un estúpido sueño. Toqué mi pecho nuevamente y la marca aún estaba ahí, de hecho esta no era mi habitación sino la habitación blanca de la academia. Aquí traen a los infectados de algún virus o algo.
─ ¿Qué me pasa? ─ susurré.
Mis manos se estaban tiñendo al igual que los brazos de Adam cuando intentó curarme.
Miré la camilla al lado de la mía y él estaba ahí durmiendo. Más bien diría que inconsciente y al igual que yo, su frente sudaba.
Sus brazos estaban un poco más oscuros que los míos, lo cual me preocupó
El mareo volvió a invadir mi cuerpo y no recuerdo más que volver a caer en aquella incómoda camilla.
***
Blas─ Esto no es normal ─ dije caminando de un lado a otro.
─ Ellos estarán bien ─ Cristal se veía optimista y alguien debía serlo por nosotros.
─ ¡Han estado allí un mes, Cristal! ─ grité desesperado. ─ Un mes y no hemos podido hacer absolutamente nada. Nadie ha encontrado información de quien está haciendo esto y la verdad no soportaría perder a mi mejor amiga.
Mia estaba de brazos cruzados y al igual que los demás, miraba a los chicos a través de la gran ventana de la habitación blanca.
Habían estado allí por un mes y su piel empeoraba cada vez más. Los habíamos escuchado gritar, pero no despertaban.
Los directores habían tomado cartas en el asunto, pero hasta ahora no encontrábamos solución o alguna información que fuera útil. Ni siquiera Cristal había podido leerles la mente, la vez que lo intento solo vio oscuridad en ambos.
─ Tenemos que hacer algo ahora ─ susurré.
─ Han hecho todo lo que han podido, Blas ─ Dan me consoló.
─ No todo ─ dije yo.
─ ¿ A qué te refieres? ─ preguntó Mia.
─ A alguien muy importante en la vida de mi amiga ─ miré a Mia.
─ No, Blas. No lo hagas ─ dijo ella.
─ Es la única manera y se supone que él debe cuidarla ─ la miré enojado. Sentía mis ojos arder, ya que quería llorar producto de la rabia ─ y parece que no hace muy bien su trabajo.
Salí de allí con Mia siguiéndome los pasos porque si tenía que hablar con ese maldito lo haría aunque quisiera matarlo.
***
Entré golpeando fuerte la puerta de Valu.
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Los Caídos #1 - Ángel guardián
FantasyLos Caídos es el nombre de una alianza creada por cinco nefilim, cuyo único objetivo es destruir a las deidades del infierno para proteger a la humanidad. Camille es una adolescente cuya vida se ve interrumpida por aquel nuevo mundo que la atorment...