Los Caídos #1 - Ángel guardián

16. ¿Es uno de nosotros?

Con Will nos encontraríamos en la entrada de Valu para poder ir a pasear. La verdad es que estaba muy cansada por todo lo que había pasado, pero de todas maneras quería pasear con Will.

Cuando llegué al local, Will no estaba por ningún lado, así que entré y pedí el café de siempre mientras esperaba.

─ ¿Estás lista? ─ él susurró a mi oído.

─ Siempre, ¿qué haremos?

─ ¿Conoces el lago de Alana?

─ Podrá sonar raro porque vivo aquí,  pero no lo conozco ─ reí ligeramente.

─ Hoy acabara tu sufrimiento, pequeña Camille.

─ No robes mis apodos, búscate los tuyos ─ dejé dinero sobre la mesa por el café que no me tomé y salimos de Valu.

Dimos un gran paseo por la ciudad antes de llegar al bosque que dirigía al lago.

─ Vamos, no tengas miedo.

─ No lo tengo, es solo que ─ lo pensé un instante y corrí hacia el bosque.

─ Espérame ─ él corría tras de mí.

─ Atrápame ─ reíamos sin parar.

De pronto me topé con ese gran lago, asi que que paré y  él me atrapó. Will me alzó y se lanzó al agua conmigo. Cuando nos hundimos, cerré los ojos inmediatamente de la impresión. Después de un par de segundos bajo el agua, salimos a la superficie

─ Eres un tonto ─ le lancé agua mientras reía.

─ Así me adoras.

─ Ya quisieras, pequeño Will.

Ambos salimos y nos sentamos en una gran roca a observar el cielo, ya que la noche ya casi llegaba.

─Tienes suerte de que haya dejado mi celular en casa.

─ Camille ─ él me miró algo serio.

─ ¿Qué sucede? ─ lo miré preocupada y a la vez confundida.

─ Está oscureciendo. Tal vez deberíamos irnos.

─ Sí, vamos. Estoy congelándome.

Nos adentramos al frió y oscuro bosque, pero me detuve porque escuché unos ruidos o más bien hojas secas siendo pisadas. Ambos miramos a todos lados, pero no había nadie más allí.

─ Ven ─ él tomó mi mano.

De pronto una de esas malditas criaturas horrendas se apareció frente a nosotros. Maldecía el no haber traído algún arma.

Will no se movió e incluso pensé que saldría corriendo, pero no lo hizo.

─ ¿Qué quieres demonio? ─ dijo Will.

¿Demonio?... pero ¿que? ¿Acaso es uno de nosotros?

─ La quiero a ella ─ dijo con voz ronca.

─ Sobre mi cadáver ─ dijo él dispuesto a enfrentarlo, pero hice que corriera junto a mí alejándonos de esa cosa.

─ Más rápido, Camille ─ Will era más rápido que yo, lo cual me sorprende por que es humano o eso creía.

Solté su mano y paré en seco. Cerré mis ojos tratando de imaginar aquel portal y la forma en que aquella chica lo creaba. Con mis manos hice un gran círculo en el aire haciendo que aparecieran aquellas luces.

─ Debemos irnos, ahora ─ dije.

El demonio estaba cerca ya que podía sentir su aroma, lo cual me sorprendía porque no me había pasado hasta el momento. A decir verdad es un olor nauseabundo.

Moví mis manos creando más círculos de viento y el portal apareció. Tomé a Will de la mano y corrí con él hacia el portal dejando así a aquel demonio atrás.