Pasaron horas.
Quizá días.
Tal vez semanas.
¿Podría ser..., meses?
—Jin—regañó Jackson, tomando mis manos en cuanto crucé el pasillo. Suspiré y le sonreí apenas—. Hey, estás algo deprimido. ¿Qué ocurre? —preguntó preocupado. Mostré una mueca de disgusto y agaché la cabeza.
—Es sólo... —lo miré con la duda de si decirlo o no. ¿Qué perdía?—, no sé si Kookie vendrá como prometió —repliqué silencioso, angustiado. Me sentí como un lobezno bajando las orejas lleno de visible culpabilidad. Él asintió, enteniendo a la perfección.
—Calma, pequeño. También lo extraño; estoy seguro que nos tendrá en consideración —insistió sonriendo. Al contrario de lo que pudiera haber pensado en un inicio, las visitas de Kookie se volvieron más y más habituales. Los chicos se encariñaron repentinamente de él, diciendo que tanto su figura como su peculiar actitud eran razones suficientes para volverse locos. Se había convertido en la tranquilidad del salón. Siempre llegaba en las tardes y procuraba acompañarnos en las noches luego de nuestros horarios asignados. El beta detestaba los chillidos que lanzábamos; también odiaba esa parte tan ''chisme'' de nosotros -siempre criticando todo o a otros prostíbulos- mayormente a los alfas que nos reclamaban. Y absolutamente aborrecía que hiciéramos de su carita angelical un payaso, maquillándolo y poniéndole toda clase de vestimentas ridículamente adorables; pero ninguna de las horrorosas acciones anteriores eran explicaciones precisas para causar en él un sentimiento de fuga y desaparición absoluta.
Me gustaba mencionarlo, ya que me hacía sentir orgulloso el hecho de que nos quisiera hasta ese punto.
El cachorro se había encariñado de nosotros, indudablemente. Lo peor era que, al igual que él, nosotros también formábamos parte del saco.
Entre noches de soledad y unas cuantas copas llenas de jugo rancio, habíamos aprendido a entendernos muy bien. Incluso, podría aseverar que su estancia en el lugar habría creado un vínculo más cercano entre nosotros. El niño era un maldito ángel, lo sabíamos a la perfección.
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❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟ
FanfictionFanfic ganadora del concurso #yoursawards2022 Jeon Jung Kook tiene doce años cuando conoce a Kim Seok Jin, que a su vez cuenta con diecisiete. Las circunstancias en las que se relacionan no son favorables. Jeongguk se encuentra en la penitenciaría...