067. [ Jugar y engañar ]

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TERCERA PARTE.

TERCERA PARTE

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—Señor Jeon, su madre está al habla —comunicó la secretaria, sonriéndole cálidamente mientras le entregaba el teléfono. El joven detrás del estante le correspondió y agradeció antes de que se retirase. Se sacó los lentes; emocionado de estar al tanto de su progenitora. Le extrañaba muchísimo. Esperaba volver pronto a casa para presentarle su omega a la mujer. Estaba seguro de que se llevarían bien. Aunque primero debía pedirle a Seokjin ser oficialmente su pareja. Sí, debía planear bien sus cartas. Serían novios más pronto de lo previsto. ¡Su preciado Seokjin! Pese a las diferencias que continuamente los arremetían, pese a la diferencia entre un pozo de pensamientos y juicios sobre el otro, pese al desarrollo y entrelazamiento de sus personalidades. Serían perfectos juntos. Sólo debía intentarlo un poco más. Sólo debía seguir así.



Y quizá, sólo quizá, conseguir su mano. Como llegaba deseando desde hace días. Tal vez más. Tal vez desde la instancia en que se reencontraron.



—Kook..., ¿cómo ha ido todo por allá? Sabes que me tienes preocupada, ¿cuándo piensas volver? —el chiquillo soltó una risotada. Siempre tan preocupada. Ese tilde ansioso y nervioso de parte de ella..., le hacía sentir en casa. Se sentía irremediablemente querido. Eso nadie ni nada lo cambiaría.



—Mamá..., ya hemos hablado de esto antes. Sabes que quiero disfrutar lo que más pueda estando aquí. Por cierto, buenas tardes —se burló, tirando el libro que leía, a un lado. Empezó a pasearse por la pequeña sala que tenía por biblioteca y rió cuando notó la lonchera de mariposas que Jin había preparado -como siempre- para él. En realidad eran cuatro; tres para los niños y una para él. Lastimosamente había llegado demasiado tarde para cuando decidieran de quién era cada una. Así que los trillizos se habían quedado con dinosaurios, autos y rinocerontes..., mientras él se quedaba con mariposas rosas. No le molestaba, para nada. Pero la anécdota no dejaba de ser graciosa. Mas cuando vio a Hiro frunciendo el ceño después de pillarse su lonchera en el lavabo.



''La profesora dice que esa clase de cosas son para las niñas'' le habría comentado alguna vez. Jungkook, serio y como el adulto responsable que era, le contestó por su parte: ''tu maestra es una imbécil''. Nunca volvió a meter el tema de su docente en la mesa. Hiroto tenía suficiente con su papi Namjoon diciendo que era una estúpida mujer ignorante..., ¿y ahora el tío Kook? No, definitivamente no. No soportaba tanto odio disparado a distintas partes. ¿Para qué iba a la escuela entonces? Si todo lo iban a recriminar. Ah, adultos.

❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora