006. [ Segunda vez ]

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Después de esa noche, las cosas se tornaron complicadas. En la mañana tuve la horrorosa suerte de encontrarme el cuerpo fracturado del chico que se había presentado con sus cuatro amigos el día anterior. Ahí estaba, lleno de moretones. Con los labios rotos, sus orbes inflamados. Su respiración era irregular y apenas pude moverlo. Llamé a la policia y procuré no dar demasiados detalles de la situación. Lo llevé a la ciudad. Absolutamente no me arriesgaría a ver cómo el caprichoso niño culpaba a la cantina. No lo permitiría.



Así que, dejándolo en una de las bancas; lo besé dulcemente en la frente, susurrando un vago ''lo lamento'' y retirándome para poder volver al trabajo. Cuando regresé, no encontré al castaño. Me sentí triste, repentinamente triste. Mi omega casi aulló disgustado, casi.



Ese día me sentí más mareado de lo normal, más inclinado a las alucinaciones. Mi celo se había adelantado de una forma brutal. Tuve que estar encerrado en una de las habitaciones por más de cinco horas, cliente tras cliente haciéndose cargo de algo inevitable. Estuve tan tentado a quitarme la correa y el collar, pero me controlé a mí mismo, regañándome al pensar en tal idea. Además de ser una regla por parte del lugar, mi tío se enfadaría a sobre manera de ser ''su sobrino preferido'' (en realidad el único) marcado. Y también se trataba, mas bien, de un tema personal. A veces tenía la estúpida idea de casarme y formar una bonita familia. Bueno, sólo a veces. Casi nunca. Quizá cuando tomaba demás.



Y es que antes realmente pensaba que la idea sería aceptable, pero una vez lo dije en frente de todos mis colegas... aquellas reacciones fueron suficiente para hacerme saber que eso era ridículo. Algunos se rieron, otros me observaron con lástima y -por último- estuvieron los indiferentes, diciendo lo patético que era apresurarse a futuros como aquel.



—¿Qué mierda dices, Seokjin? Dime, ¿acaso algún alfa desearía encadenarse a un omega usado, por el resto de su vida? —y agaché la mirada. Porque me sentía como un niño reprendido. Quise negar, ¡de verdad quise defender mi postura! Pero..., sencillamente no pude— Respóndeme. ¿Crees que alguien te amaría lo suficiente luego de ver lo marcado que ya estás? —insistió. De pronto todos callaron. Jackson se acercó y le pidió por lo bajo que no fuera tan irrespetuoso, que ya era suficiente— Escúchenme todos, lamento bajarlos de sus nubes, pero jamás seremos aceptados por la sociedad. Esto es lo único que tendremos como mantención el resto de nuestras vidas. Nunca nadie nos deseará más allá de un buen polvo. ¿Acaso un apuesto alfa con dinero se arriesgaría a acoplarse a un juguete sexual? No, creo que me estoy equivocando..., un juguete tiene más apreciación y privacidad que nosotros —gruñó toscamente, levantándose de su sitio y dejando el lugar de un brutal portazo. Parecía ser el más dolido respecto al tema.

❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora