Amaría haber visto mi vida caer frente a mí. Ver a mis retoños y a mi prometido. Ver a mi familia una vez más. Ver a mis amigos, a mis hermanos, a aquellos que hicieron mi vivir más ameno. Despertar en la tumba o resonar en el patio de los degradados; encontrándome con lo que siempre anhelé. Caminar en un vasto sendero de flores muertas y neblina de dudosa procedencia; como en las películas, ¡tal y como la exageración que representaban las películas al Hades! Hablarle a mi padre, abrazar a mi madre y disculparme con mi hermana. Añorar en sus manos la confianza perdida y retomar un camino de liberación, ¡como si estúpidamente fuese a ser perdonado! Como si el descansar en paz estuviera en mis límites. ¿Merecía siquiera hacerlo?, ¿merecía respirar antes de darme por desaparecido? Aunque quisiera, ¿qué tan probable era?
Las cosas nunca son como las queremos. Todavía en esos momentos, Dios me llevaba la contraria. Siempre lo repetiría, siempre pensaría lo mismo. La vida no es justa.
Aunque no hubo impacto alguno que me ensordeciera más que las balas. Nada chocó, nada me mató; nada hizo nada. Temí elevar la vista y, cuando lo hice, un cuerpo se había desplomado frente a mí en un vago intento por salvarme de la defunción. Sangre desparramada y una parálisis que me hizo retorcer adolorido. Y yo deseé preguntarle a la luna, ¿por qué? ¿Por qué las cosas tenían que resultar así? ¿Por qué, nunca, dejaba de ser salvado y protegido? Incluso aunque ellos fueran más débiles que yo, estaban ahí para cuidarme. ¿Qué he hecho para merecer ese nivel de consolación, ese desprendimiento de benevolencia? Si estoy contaminado, si estoy embarrado de sutiles huellas que jamás abandonarán paso alguno, ¿por qué? ¿Qué he hecho bien en mi vida?
Me desternillé, lagrimeando al ver el cuerpo en reposo.
Jackson.
O, en realidad, ¿qué he hecho mal para que todo termine así?
Él fue el primer balazo, salvando mi vida.
Recibió todo por mí. Recibió hasta lo que no merecía.
Yaciendo en inconsciencia, botado, dejó al descubierto su cada vez más notorio desangramiento. Plasma, líquido escarlata que se arremolinaba en el piso y daba una visión difícil de superar. Me causaba repugnancia; no por él, ¡por mí! Yo, quien había prometido traerle euforia a su vida, ¿qué había hecho? ¿Por qué no asumí que iría tan lejos? ¿El cargo de conciencia le había bajado en la última instancia? Pero, ¿eso no significaba que él daría todo por mí? Hasta lo más vago, él estuvo intentándolo con fuerza. Este precioso omega, ¿qué coño había hecho? ¿Qué le había hecho y por qué le veía perder cada color de su preciado rostro? Tan pálido, ¡nunca antes visto en todo lo que llevaba de conocerlo! Le estoy lastimando. Este disparo, ¿también es culpa mía?, ¿también seré el culpable de la muerte de mi mejor amigo? ¿Por qué?
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❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟ
FanfictionFanfic ganadora del concurso #yoursawards2022 Jeon Jung Kook tiene doce años cuando conoce a Kim Seok Jin, que a su vez cuenta con diecisiete. Las circunstancias en las que se relacionan no son favorables. Jeongguk se encuentra en la penitenciaría...