—Pasé a buscarlos a casa de Namjoon. Me contacté con ellos en cuanto noté que estabas..., desanimado; por no decir otra cosa —se oyó su ronca voz. Erizado, asentí. Elevé la cabeza como pude y di una corta reverencia. Estaba humildemente agradecido. Él se había preocupado por todo; había pensado en todo—. Namjoon vendrá más tarde a buscarte..., dijo que tenía un asunto financiero que atender; así que no te preocupes por él.
—Perdón, appa —susurró Hiro contra mi cuello. Su aliento cálido me descolocó. Sólo pude asentir entre vagas distorsiones de mi mente. Estaba perfecto. Así estaba más que perfecto. Sus aromas, sus presencias..., todo eso era suficiente para mí. Y la fragancia de Jungkook también era increíble. Eran mi calma, mi luz.
—No pasa nada; todo está bien. Si ustedes están aquí, está bien —miré a Kookie, que lucía aparentemente tranquilo. Sonreí embargado de inconsciencia. Era gracias a él que yo estaba en absoluta comodidad—. ¿Cómo les fue en el colegio? ¿Todo estuvo en orden? ¿Papá Nam les dio sus batidos mañaneros? Sabe que deben mejorar sus defensas —susurré contento, acariciándolos uno por uno. Hyunseok fue el más negado a soltarme, atiborrándome de amor y afección.
—¡Sip, sip! Nancy se sorprendió muchito cuando vio llegar el auto del tío Kookie; ¡se sorprendió, appa! —chilló Seok, sonriendo felizmente— Si se sorprende es porque le gustó..., y quizá me pregunte de eso mañana. Me hablará, papá. Ahora tengo más posibilidades de convertirla en mi novia —se señaló, pleno de regocijo. Me crucé de brazos, elevando una ceja. Miré, de reojo, a Kookie, quien se quitaba su chaqueta sin dejar de observarme con diversión.
—¿No crees que estás algo pequeño para pensar en esas cosas? —él se hizo el desentendido, olisqueando el aire.
—¿¡No hay nada de comer?! ¡Tengo hambre!
—¡¿AH?! ¡Pero si comimos sandwiches antes de venir aquí! —gritó Hiroto, acusándolo. Abrí los ojos en grande, mirando al único que podía darles semejante lujo; Jeon— Y malteadas..., ¡y Galleta también nos compró un helado de esos que traen manjar y chispas, papá! —asintió, correteando alrededor mío como cachorro feliz. Sonreí, fingiendo parecer asombrado. Para ese momento Jungkook se encontraba ruborizado, tratando inútilmente de opacar su vergüenza de conocerse descubierto. ¿Galleta? ¿Acababa de decirle: ''galleta'' a JK?
ESTÁS LEYENDO
❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟ
FanfictionFanfic ganadora del concurso #yoursawards2022 Jeon Jung Kook tiene doce años cuando conoce a Kim Seok Jin, que a su vez cuenta con diecisiete. Las circunstancias en las que se relacionan no son favorables. Jeongguk se encuentra en la penitenciaría...