053. [ Decir más de lo que callar ]

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—¿Hyung's? ¿Qué hacen aquí? —intervino Jaeho, dejándolos pasar. Los trillizos sólo se encaramaron antes de abrazar al omega. Tratar de subir por la rejilla que seguía el foco del cuarto había sido una pésima idea. Hiro se había caído tres veces y Seokkie, aterrado de sufrir el mismo destino, prefirió sacudir el tubo de agua a la espera de un milagro. Tal vez y con algo de fe lograba subir mágicamente hacia donde se encontraba Jae. Al menos sirvió para llamarlo y entender que estaban ahí..., pero de más, nada.



—Somos bastardos —susurró Hiroto dramáticamente; Hyunseok, todavía pensativo de lo que había estado tratando de hacer allí abajo, reparó en la idea recientemente dicha por su hermano e hizo una mueca de asco. Había escuchado de los hijos fuera del matrimonio y nunca pensó ser parte de uno. Ahora le daba asco. Sonaba patético..., y terrible. ¿Qué dirían sus compañeros? Le harían la ley del hielo, definitivamente. Y se quedaría sin amigos, que era lo más escalofriante del tema. ¡No es como si despreciara la compañía de sus hermanos! Claro que no..., pero a veces deseaba mantenerse alejado de aquellos trozos de vida con los que había crecido. No le gustaba admitirlo, pero tanta igualdad entre los tres resultaba agobiante. Siempre sabía lo que deseaban; se cansaban de lo mismo...; y quizá, odiaba entender que existía un lazo más grande que el de la hermandad misma. Era una alma separada en tres lienzos de distintas personalidades y con físicos similares.



—¡Pero eso suena muy feo! ¡¿De qué hablan!? —el pequeñín arrugó la nariz y dejó de lado su bosquejo de personajes Anime, adentrándose por completo en la suposición aludida por uno de sus mejores amigos. Llevaban poco tiempo de conocerse y aún así se sentía casi como el trozo faltante de la torta; como si su existencia hubiera terminado por complementarlos. Y es que, definitivamente no era normal, la manera en que su corazón y lobo reaccionaban tan dulcemente cuando se trataba de los trillizos. Su omega suspiraba atontado y, siempre, ¡siempre!, los abrazaba en busca de contacto. Si eso no era compatibilidad de amigos, no sabía qué era.



¡Inclusive, pese a haber pasado menos de un día de su disputa con JJ, seguía agradándole! Porque no existía forma de que se llevasen mal sólo por no estar de acuerdo en algo, ¿cierto? Aunque él pensase que JJ era un tontuelo que hacía y deshacía sólo para mérito personal..., ¡y aunque fuese un mocoso caprichoso a falta de educación...! Lo quería, sí. Lo quería como a un hermano, como a un familiar. Así que ya no estaba enojado con él. No estaba enojado de que hubiera ensuciado su ropa favorita y tampoco estaba enojado de arruinarle su preciada cabellera rizada. Jaeho entendía que habían cosas más importantes por las que preocuparse. Como..., por ejemplo, que el mismo JJ lucía atontado, desdichado y lejano a cualquier realidad cercana a ellos.

❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora