—Siempre viene a por ti, ¿por qué? —intervino Seokjin. Izé los hombros desinteresadamente. Esa era mi forma de decirle que no tenía ni puterío de idea.
Entonces dirigió la mirada al moreno de camiseta desabrochada, que además bebía vino en compañía de tres strippers del local. Sonreí por instinto y entonces desaparecí tras vestidores, preparándome para la noche. Era bonito. Su piel, morena y bien cuidada por el modo en que brillaba. Y pese a su edad..., lucía bastante joven. Podría fácilmente infiltrarse con gente universitaria. Sin embargo, era mayor. Era un adulto que vivía la buena vida y que tenía otra forma de verla, también.
—Tu alfa sigue viniendo por tu culo todas las noches, ¿qué con eso? —se mofó Bambam, golpeando juguetonamente mis hombros. Sin reaccionar, asentí— Dios, tío, pero qué asco de actitud. ¿No te emociona ni un poco? —e hizo aegyo mientras yo me detuve, por primera vez en la conversación, a observarlo fijamente.
—No en realidad. Yo suelo emocionarme por las cosas que toman real importancia..., como tú o los demás chicos —y sonreí amablemente, dejándolo descolocado. Nosotros no tenemos tiempo para cosas tan banales como el amor. Debemos asegurar nuestro pedazo de comida cada día y aguantar las duras jornadas de trabajo. Es tan simple como ello. ¡Ah, y estar en familia! La familia se atrapa entre sí, ¡por lo que debemos disfrutarnos como si no hubiese mañana! Luego..., luego podríamos pensar en nuestra otra mitad. O quizá nunca. Lo mejor es jamás. O podríamos salir terriblemente lastimados. Como Jin y Kookie.
Empecé a ordenar mi vestimenta, recordando -por otro lado- lo que ocurría detrás de la puerta, con cada mísero pedido de Kim Nam Joon. Cuando todo se tornaba en dos personas fijas. Él y yo. Él, un alfa; yo, su omega.
—Para estar tan abierto sabes cómo complacer a un alfa —recordé haberle escuchado decir. Cerré mis ojos fuertemente y asentí, dejándome hacer entre pesadillas de mierda que no acabaron hasta entrada la noche. Cuando desperté él ya no estaba. Porque él no dormía después de tener sexo. Según él, eso era muestra de ''debilidad'' y ''cansancio''; lo que claramente jamás sentiría cuando se tratase de coito desenfrenado. Otros, sin embargo, decían que era un tema mucho más sentimental y que el oh-gran-poderoso-Namjoon no dormiría en brazos de nadie hasta encontrar al indicado.
Los chismes que corrían la cantina era odiosamente graciosos.
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❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟ
FanfictionFanfic ganadora del concurso #yoursawards2022 Jeon Jung Kook tiene doce años cuando conoce a Kim Seok Jin, que a su vez cuenta con diecisiete. Las circunstancias en las que se relacionan no son favorables. Jeongguk se encuentra en la penitenciaría...