¿Marcarme...?
—¡¿Qué mierda estás diciendo?! —grité histérico, alejándome abruptamente. Me tapé como por instinto. Él, petulante y sarcástico, desertó en maldiciones incongruentes. ¿Qué era esta circunstancia tan fuera de lugar? Me sentía idiotizado, sin entendimiento de lo esencial.
—¿Y ahora vienes a dártelas de digno, Jin? Por favor, no necesitas tener tanto pudor para un simple procedimiento que conoces al derecho y al revés. Te marcaré así deba hacerlo a la fuerza, y me importa un coño quién sea el padre de tus mocosos; ellos me querrán a mí de ahora en adelante, ¿oíste? ¡Así que mírame de una vez y déjame impregnarte hasta que te encontremos una pareja lo suficientemente aceptable a mis ojos! —gritó, sepultado de recelo e inquietud. Rojo de la ira, lo señalé con mi dedo índice. Mi chueco dedo índice...
—¡Esos mocosos, grandísimo gilipollas, son-
Y me silencié a mí mismo. ¿Qué estábamos haciendo?, ¿qué era esta discusión tan temprana? Sólo quería ver a mis retoños y descansar. Me dolía el cuerpo. Mi cuello se sentía seco, asfixiante. No podía soportar el ver a mi alfa y a mí llevarnos como el agua y el aceite. La soledad no sería tan terrible como tener que verlo molesto..., tenerlo a mi lado peleando, emprendiendo, sofocando.
—¿Son? —insistió, hastiado. Tomé la bolsa entre mis dedos y la vacié contra el suelo. JK me examinó, incrédulo. ¿Eso lo había hecho yo?— Suficiente de tu inmadurez, Seokjin. Quítate los pantalones y muéstrame tu cuello. Haz esto malditamente fácil y terminemos luego. —Ofendido de sus ordenanzas, me negué. Él enarcó una ceja, como incitándome a hacerlo de nuevo. Y fue lo que hice hasta que vi que estaba en sus planes correr en dirección mía, tomándome de la cintura y recibiendo pataleta inadmisible de mi parte. Todo había quedado definitivamente desparramado en el piso y nosotros estábamos ensimismados en nuestra pequeña guerrilla más que en levantar la basura. ¡¿Quién necesita juguetes sexuales?! ¡Yo no!— ¡¿Qué eres, un niño!? ¡Me preocupo por tu salud! Sólo serán unos putos cinco minutos, después estarás más tranquilo y ni siquiera recordarás que esto sucedió. Tómalo como una medicina temporal —le escupí en el ojo, siendo pretendido por una mirada de asco y, finalizando así ambos, en el suelo. Lo monté, indignado; y amarré sus palmas por sobre su cabeza. Su respiración era agitada y su peinado..., no estaba precisamente ''peinado''. Por otra parte, linda imagen mental de mi adorable alfa siendo sometido. Y la baba escurriéndole la mejilla..., de acuerdo, eso no era muy emocionante—. Te hago el maldito favor de volver esto ameno para ambos; y así es como pagas. ¡¿Es en serio!? —bramó violentamente. Pero en realidad no estaba molesto. Porque si lo estuviera, habría utilizado su voz de mando. Lo cual no hizo..., ni haría. No estaba en sus planes asustarme u obligarme a tener relaciones sexuales forzadas. Técnicamente, no era su intención violarme. Y eso ya decía mucho de un alfa de su calibre.
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❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟ
FanfictionFanfic ganadora del concurso #yoursawards2022 Jeon Jung Kook tiene doce años cuando conoce a Kim Seok Jin, que a su vez cuenta con diecisiete. Las circunstancias en las que se relacionan no son favorables. Jeongguk se encuentra en la penitenciaría...