{ Y o p r o m e t o s e r r e c u e r d o, a l f a. }
—Te ves terrible.
Dejé las mantas de lado, cruzándome de brazos para observarle. Él alzó las manos en son de paz.
—Sólo digo —se burló, sentándose a orillas de la cama. Bufé, dejando la grabadora de los bebés a un lado—. Hoy me llamaron por equivocación desde tu trabajo —admitió lentamente, sacándome de trance. Un escalofrío me arrasó—. ¿Qué es eso de que sigues trabajando pese al descanso que te has tomado, Seokjin? Realmente no aprendes-
—No estoy cansado, ¿puedes entenderme? —hice un puchero, tratando de alcanzarlo. Pero..., parece que no le alcancé una mierda.
Mostró un ceño fruncido. Se cruzó de brazos. Estaba tenso. Su mandíbula jodidamente apretada. Y sus ojos me apreciaban sin disimulo alguno. Al menos la puerta estaba con llave; los gritos se escucharían sólo aquí.
—¡No! Definitivamente no puedo. No soporto verte demacrado. Siempre corres de aquí para allá. Sabes que hago lo mejor que puedo para estar presente, pero incluso yo me canso de tantos niños. ¿Tú no?, ¿me vas a decir que a veces no tienes ganas de tomarte un solo maldito descanso? ¡Déjale el trabajo a las niñeras, que para eso es-
—¡Basta! —recriminé, indignado— Sólo para, ¿quieres? Entiendo tu disgusto, pero no me frenaré. Me gusta la forma en que estoy. Esta clase de cansancio no me disgusta en lo absoluto.
Él me señaló con su dedo.
—No estoy de acuerdo. Primero dices que no estás cansado y ahora lo aceptas como si nada. Escúchate y ordena tus putas ideas, ¿quieres? —se calló, repentinamente apagado— A veces siento que lo haces para maltratarte a ti mismo. ¿No tienes respeto por tu cuerpo, Seokjin? Creí que ya habíamos tenido esta charla. ¿Las terapias no fueron suficiente? —me miró, inquieto y disgustado—, ¿yo no soy suficiente? ¿Sigues teniendo un mal sueño por culpa de tu tío? —cual cachorro, consultó.
—¡No es así! —exclamé, negándome a seguir con este desentendimiento— Lo que hago, no lo hago para castigarme. De verdad, aunque no lo creas, yo soy tremendamente feliz siendo capaz de ayudar a los demás en mi trabajo. Si pudiera, lo haría siempre y sin interrupciones de por medio —comenté, orgulloso. El título de psicólogo me iba como anillo al dedo—. Pero también amo cuidar a nuestros cachorros, Jeon. Sé que sonará masoquista. Muchas veces tengo ganas de estrangularlos y de enterrarlos en el fondo del mar por las estupideces que se les ocurren. Odio que tus hijos mayores fomenten al desastre que hacen los menores casi siempre..., y odio que me den más trabajo del que después se disculparán antes de ayudarme —sonreí dulcemente—, pero te juro que cuando digo que me gusta: es porque me gusta. Me gusta ser padre. Es doloroso e irritante la mayor parte del tiempo, pero sé que vale absolutamente la pena en cuanto los veo a ellos. En cuanto veo lo parecidos que son a ti..., en lo saludables que crecen y en la forma en que me agradecen todo el tiempo que he pasado junto a ellos —sobé mi cara, sintiendo el picor de mis ojos.
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❛La resiliencia de mi amor❜ 🠔 [KookJin]ܟ
FanficFanfic ganadora del concurso #yoursawards2022 Jeon Jung Kook tiene doce años cuando conoce a Kim Seok Jin, que a su vez cuenta con diecisiete. Las circunstancias en las que se relacionan no son favorables. Jeongguk se encuentra en la penitenciaría...