Capitulo 2

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Alejandra

— Quiero ayudarte. Mi hermana tiene un problema. Ella es anoréxica y está en gran riesgo de no poder salvarse de lo que sería la desnutrición. No quiero que otro sufra así y estoy más que seguro que tú estás en aquel camino. Por favor. Acepta mi ayuda.

— ¿Sabes, Niall? Creo que ya debo irme –tiré mis libros en mi mochila, me paré del sofá y al tratar de coger mi mochila del piso su mano agarró mi muñeca con fuerza. Trate de ocultar el gesto de dolor que su mano alrededor de mis heridas causaba.

— Alejandra... –frunció el ceño y abrió los ojos, se paró, agarró mi brazo delicadamente con ambas manos y me corrió la manga de la campera.

Esperen, ¿Qué hizo qué? Retiré mi brazo rápidamente y esta vez sí logré coger mi mochila y comencé a caminar rápidamente a la puerta. Solo quiero salir de aquí.

— Alejandra –no dije nada y seguí caminando–. Alejandra –dijo más firme logrando que me parara y diera la vuelta para poder verlo.

— Gracias por todo, pero debo retirarme –volví a dar la vuelta pero me cogió del brazo y volvió a hacer lo mismo; levantar la manga de mi campera.

Lo miré a los ojos y sentí como poco a poco mis ojos comenzaban a picar debido a la vergüenza.

— Alejandra, ¿qué son estas? –él miró directamente a los ojos, de una manera penetrante–. Tú te cortas –preguntó, o más bien afirmo. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos y caer por mis mejillas–. Ale... –dijo tiernamente y me abrazó.

Al principio estaba sorprendida, pero luego accedí y dejé que me abrace. Seguí llorando, y la verdad no tenía vergüenza de hacerlo, no era la primera vez que él me veía llorar.

— Déjame ayudarte, por favor –suplicó y caí en cuenta de algo. ¿Porque quería ayudarme si él fue uno de los causantes de esto? Me separé de él y me sorbí la nariz. Ya sé, nada femenino, pero no estaba para impresionar a nadie. Negué lentamente con la cabeza.

— No necesito tu ayuda –dije entre sollozos.

— ¿Por qué no quieres mi ayuda, Alejandra? Solo mírate.

— ¿Quieres que me vea cuando fuiste tú uno de los causantes de esto? –el me miró atónito–. Te empeñarás en ayudarme para seguir haciéndome la vida imposible.

— No –negó.

— Aquí no, pero en el instituto sí. Niall, solo nos tocó hacer la presentación. La haremos y todo va a seguir igual. Tú con tus amigos y yo con los insultos de parte de ustedes –me di la vuelta y seguí caminando pero antes de que yo llegara a la puerta él se interpuso.

— No te volveré a hacer daño, te lo aseguro.

— ¿Y quién me asegura que estás hablando con la verdad? –dije aun con lágrimas cayendo por el rostro–. Mira, Niall, ya lo dije. Solo presentación entre tú y yo ¿vale?

— No te dejaré salir por esta puerta hasta que me digas por qué no quieres mi ayuda –suspiré frustrada.

— ¿Quieres saber por qué no quiero tu ayuda? –asintió–. ¿Por dónde empezar? Tengo padres separados, una madre que está conmigo solamente media hora cada día y solo un día a la semana entero conmigo, personas que se hacen llamar "mis compañeros" que no hacen nada más que insultarme y golpearme y yo no quiero estar más en esta vida de esta manera. ¿Quieres ayudarme? Entonces mátame –el me miró atónito, sabiendo que tenía verdad.

Bullying, Anorexia y un Angel - Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora