Alejandra
Seguía caminando junto a él. Tranquilos, íbamos con las manos entrelazadas de ida al London Eye. Cada mes íbamos ahí juntos, por nuestro aniversario, ya que fue ahí donde me pidió que saliéramos. Llegamos al final de la fila y esperamos hasta que nos tocó entrar a una de esas cabinas junto con unas siete personas más. La puerta se cerró y la cabina comenzó a moverse.
— Te am, Ale –dijo él una vez en lo más alto. Me acercó a él sosteniéndome por la cintura.
— Y yo a ti –le sonreí.
— Aún no sé qué hice para estar contigo –levantó su mano y acarició cariñosamente mi mejilla.
— Ni yo –soltamos una pequeña risilla–. Pero a pesar de todo lo que pasó, estoy feliz de que estemos juntos. En verdad, no sé qué hubiera hecho sin ti Niall.
— Estoy feliz de haberme metido en tu vida en de la manera en que lo hice y en el momento en que lo hice. En donde necesitabas ayuda –con la mano que tenía cerca de mi rostro, sostuvo mi barbilla y me acercó a su rostro–. Me encantas.
Desperté por tercera vez en la noche. Hacía calor. No me gustaba tener estos sueños o ¿pesadillas?
Me fijé en el reloj que tenía en mi mesita de noche. Eran las 5:45am. En quince minutos sonaría mi alarma. No tenía sueño así que me levanté de la cama y fui al baño. Encendí la ducha y una vez caliente el agua me despojé de mi pijama y entré al agua caliente. Comencé a pensar en una cosa que hizo que tenga esas pesadilla/sueño.
Niall estuvo a una miga de pan de besarme.
¿Si no me hubiera apartado me hubiera besado? Es decir, ¿nos hubiéramos besado?
Esas preguntas rondaban por mi cabeza todo el tiempo que estuve en la ducha. Una vez que salí, me sequé con la toalla y me envolví el cuerpo con esta y el cabello con otra. Salí de mi baño, no sin antes de abrir un poco la ventana para que todo el vapor se vaya, y abrí mi closet. Saqué una manga larga, un pantalón, un suéter y una chaqueta. Hacía frío afuera. Me encantaba el frío. Ya que podría usar todas las chaquetas y suéteres que quiera sin morirme de calor.
Una vez que me vestí, me puse mis tenis y salí de mi habitación junto con Jandro, bajé las escaleras y fui a la cocina. Saqué un vaso y lo llené de jugo, luego saqué un muffin que mi mamá había hecho y lo comí, no sin antes de darle su comida a mi Jandro.
Al subir me dieron unas terribles ganas de vomitar así que fui al baño corriendo. No tenía que vomitar. No, definitivamente no.
Hincada en el inodoro, respiré pausadamente hasta que las náuseas se fueron. No vomité nada, por suerte. Me lavé la boca ya para salir al colegio. Cogí mi mochila y abrí mi puerta encontrándome con mi mamá.
— Buenos días, ma –la saludé.
— Buenos días amor, ¿qué tal dormiste?
— Muy bien, gracias.
— Te despertaste temprano, ¿ya te vas al instituto? –me sonrió.
— Sip, quiero llegar temprano hoy. Ayer llegué tarde y creo que debería presentarme de buena manera hoy, claro, después de haberme faltado casi toda una semana entera debo arreglar algunas cosas.
— Bueno vida, te cuidas, yo ya estoy de ida al trabajo, ¿no quieres que te acerque al instituto? –yo asentí y juntas bajamos las escaleras. Ella tomó sus llaves y después de despedirme de Jandro, salimos al auto.
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Bullying, Anorexia y un Angel - Niall Horan
FanfictionAlejandra Distent: Una chica de dieciséis años. Sufre de abuso escolar: Bullying, y sufre de problemas alimenticios y autoestima: Anorexia. Con marcas en diversas partes del cuerpo: Auto-lastimarse/Auto-desprecio. Niall Horan: Uno de los mejores j...