Alejandra
— ¿Quieres ir a por un helado o un café?
— Vamos a por un café esta vez. Está haciendo más frío que ayer –respondí.
— Cierto –callamos. A los segundos Alex me miró–. ¿Aún te duele? –señaló mi pómulo y luego mi labio. Negué luego de unos segundos.
— La verdad ya no. Ya pasó –le sonreí para que sea creíble.
— Son unos totales imbéciles.
— Si pero algún momento dejarán de hacerlo, o eso espero –susurré aquello último.
— Más les vale que lo hagan porque si no se llevaran el golpe de la vida. Y no creo que el único que tenga ganas de golpearlo, sinceramente –asentí pensando en Niall.
— Lo sé. Niall igual.
— Aun que me cueste admitir esto, aquello hace que me agrade un poco –carcajeé.
— Aun no entiendo por qué no te agrada Niall. Es una persona bastante agradable.
— ¿Tal vez porque está en planes de quitarme a mí chica? –alzó ambas cejas. Yo negué.
— Obvio no. Es decir, Niall si gusta de mí pero...
— ¡Ahí está! –me cortó.
— Pero él no haría algo como quitarle la chica a alguien, peor si es del equipo –terminé alzando una ceja, sabiendo que tenía la razón.
— ¿Cómo estás tan segura? –dijo abriéndome la puerta de la cafetería.
— Sé que no es aquella clase de chico.
— Yo creo que sí hará el intento.
— ¿Cómo estás tan seguro? –pregunté imitándolo. Él simplemente se encogió de hombros.
— No lo sé –negué con una sonrisa– ¿Qué quieres?
— Hm... Un capuchino de caramelo –asintió.
— Vale, ve a buscar una mesa mientras yo hago el pedido.
— Claro, pero déjame...
— Yo pago Alejandra –me miró. Hice pucheros–. Y nada de pucheros. Pago yo y no quiero discutir aquello, cariño –me dio un beso casto en los labios y se puso en la fila mientras yo iba a sentarme.
Una vez sentada me puse a pensar en algo bastante importante. El cumpleaños de Lucy es en cuatro días y no tengo su regalo. Pienso en una corona de princesa pero de seguro que ya alguien le regalará aquello, además de que ya tiene demasiadas. Pensé en un vestidito pero al tener problemas alimenticios sería bastante difícil encontrar la talla exacta. Los zapatos, según tengo entendido, su madre se los hace a la medida por lo delgados que son sus pies. Peluches ya tiene, demasiados. Muñecas, sería como un regalo normal, Niall le compra muñecas cada día casi. Películas de princesas ya tiene todas y cada una. Esto en verdad sería mucho más difícil de lo que pensaba.
— Capuchino para la bella dama de esta mesa y café de vainilla para el chico más guapo de la tierra –dijo sentándose frente de mí y dejando mi café en frente. Yo reí.
— Estás mal. Guapo significa hermoso, no feo –le sonreí y le di un trago a mi café.
— ¡Hey! –carcajeó–. Soy hermoso –hizo ademán de llevarse el cabello hacia atrás como las chicas. Reí.
— Sí, claro, sigue soñando.
— Sueño todo el tiempo que te veo –habló serio esta vez, provocando que me sonroje.
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Bullying, Anorexia y un Angel - Niall Horan
FanfictionAlejandra Distent: Una chica de dieciséis años. Sufre de abuso escolar: Bullying, y sufre de problemas alimenticios y autoestima: Anorexia. Con marcas en diversas partes del cuerpo: Auto-lastimarse/Auto-desprecio. Niall Horan: Uno de los mejores j...