ChoiLee del odio al amor (2min)

Capítulo 11: El cumpleaños

Después del ese extraño incidente, el ensayo continuo sin ningún sobresalto. Minho aún no se podía explicar bien que era lo que había sucedido, estaba bastante confundido, y no podía quitarse de la mente la mirada de Taemin. Algo en sus ojos parecía haberlo hipnotizado, porque a pesar de intentar con todas sus fuerzas volver a concentrarse, no lo había podido lograr. Esos ojos color avellana parecían haberse grabado a fuego en su mente. Decidió dejar de darle vuelta al asunto y seguir con su vida. A la salida de la práctica el alto fue a su casa a buscar nuevamente dinero para el regalo de su madre. Gracias a su persuasión había logrado que Key le diera una buena idea. El plan era comprar en el centro el regalo, pasar rápidamente por el colegio a buscar el vestido de Yuri, dejarlo en su casa y volver a tiempo para la fiesta, pero sus planes no salieron como él quería. Cuando llego a su hogar, todo era un caos, sus hermanos estaban tratando de acomodar todo para la fiesta, su madre estaba como loca dando órdenes a todo el que se atravesara y su padre estaba en la cocina tratando de encargarse de la comida. Minho esperaba pasar desapercibido, pero en cuanto puso un pie en la casa su madre lo atrapo y le encomendó una tarea. Otros años había ocurrido lo mismo así que nada de esto le parecía nuevo, solo que deseaba que este año pasaría lo mismo. El alto estaba en aprietos así que decidió usar su mejor arma: llamar a sus amigos. Generalmente ellos iban directamente después del colegio sin necesidad que los llamase y ayudaban con esa locura, pero desde que se juntaban todo el tiempo con Lee las cosas estaban un poco raras entre ellos así que no pensó verlos hasta la hora de fiesta. Le mando un mensaje de texto a Key y a Onew y llamo por teléfono a Luna para que vinieran y veinte minutos después ellos ya se encontraban ayudando junto al resto. Siwon y Onew se encargaban de mover los muebles para hacer lugar para que la gente pueda bailar, Luna y Sulli, la hermana menor de Minho, decoraban la escalera con guirnaldas doradas, el papá del alto estaba en la cocina junto con el alto preparando la comida y Key estaba dirigiendo todo junto con la madre de alto como todos los años. A veces pensaba que quería más al rubio que a sus propios hijos. Cuando estuvo casi todo acomodado los jóvenes fueron cada uno a su casa a cambiarse y el alto aprovecho la distracción para salir a comprar el regalo y robar el vestido. Con todos los preparativos ya se le había hecho tarde, la mayoría de las tiendas estaban a punto de cerrar, pero el morocho pudo encontrar el regalo antes de que eso suceda. Le había comprado unos pendientes hermosos con una piedra roja en el centro. Key se los había recomendado así que no podía estar equivocado. El morocho estaba dudando si ir o no al colegio, ya era muy tarde y la fiesta estaba por empezar. Tomo su celular para escribirle a Yuri y decirle que no iba a poder llevarle el vestido, pero en ese instante le llego un mensaje de la misma que decía:

¡Hola Minhoooooo! ¿Estás bien? ¿Hay alguna novedad con mi vestido? Por favor no te olvides de él, realmente lo necesito. Te quiero Besos xx

No podía con ella, era más fuerte que él, así que decidió ir rápidamente al colegio y terminar con el plan. Cuando ya se encontraba en la puerta le llego un nuevo mensaje, esta vez era de Onew:

¡Hola Minho! Nosotros ya estamos aquí y los invitados están llegando ¿Paso algo?

Minho decidió ignorar el mensaje, si bien no les había dicho nada mientras acomodaban, una parte de él aún estaba enojado por como lo habían ignorado durante estas semanas. Guardo su celular y siguió en camino, cuando llego a la puerta del gimnasio su celular volvió a sonar, esta vez era de Luna:

¿Minho estas bien?, tu mama me acaba de preguntar por ti. No sabía que decirle. Ven pronto que esta algo preocupada

El mensaje de Luna le dio algo de remordimiento, sabía que sacar el vestido no sería algo sencillo, pero ya lo había prometido. Puso su celular en silencio, lo guardo e ingreso en el gimnasio. Todas las luces estaban apagadas adentro y decidió dejarlas así para no levantar sospechas, ya era demasiado tarde para que alguien estuviera ahí. La ropa del vestuario se encontraba en el armario donde guardaban las otras cosas del show, el alto se acercó rápidamente y comenzó a buscar el que era de la castaña, utilizo su celular para alumbrarse, pero había muchas cosas y le costaba identificar el vestido que le había pedido. Cuando ya llevaba la mitad de los vestidos revisados escucho unas pisadas cerca de ahí. El muchacho no tuvo mucho tiempo para pensar así que se escondido en el armario entre las ropas rogando por qué no lo encontraran. La presión del pequeño lugar impedía que la puerta se cerrara del todo, pero era lo suficiente para que no lo vieran desde afuera. Desde la hendija Minho podía ver lo que pasaba.