Habían pasado dos semanas desde el episodio del hospital y desde la última vez que Minho había visto a Taemin. Parecía que la joven se lo había comido la tierra. El alto había hecho de todo para poder encontrarlo desde llamarlo miles de veces hasta ir a su casa y quedarse horas en la puerta. Lo había buscado en el instituto, en el colegio, en el hospital y por el barrio, pero Lee no aparecía. Le había preguntado a todos los que conocían al rubio, hasta había intentado llamar a Luna, pero nada funcionaba, el joven no aparecía. Por otro lado, el morocho había tenido la reunión con el médico de Donghae, él le dijo que si podía recordarlo significaba que su presencia podía activar otras zonas de su memoria perdida, así que el tiempo que no se pasaba buscando a Taemin, se la pasaba en el hospital con su amigo. Muchas veces lo acompañaba Onew, alguna otras Key y otras iba solo. Minho aprovechaba las visitas solitarias para contarle de su vida sentimental y sus sueños. Donghae se había transformado en su confidente en esos temas, sentía que podía hablar con libertad y nunca lo juzgaba. Sus sueños en el último tiempo se dividían en los que perseguía a Taemin para pedirle perdón y los subidos de tono. Al principio se habían asustado por estos últimos, pero en este momento tener uno de esos ya era normal y hasta los prefería sobre los angustiantes. Era viernes por la tarde y ese día le iban a informar los resultados de su examen. Había quedado con Baekhyun en encontrarse antes de ir al instituto e ir juntos. Además, ese día a la noche iba a haber una fiesta en el lugar y el castaño quería ir. Minho no estaba seguro, suponía que el estado de ánimo post entrega de notas iba a determinarlo.
-Hola Minho – saludo el joven que esperaba en una de las esquinas más transitadas de la ciudad.
- Hola Baekhyun ¿hace mucho esperas? – pregunto preocupado el alto que se le había hecho tarde al pasar por el hospital
- No, no te preocupes, recién llego – contesto contento el muchacho mientras se cargaba mejor la mochila – ¿vamos? – el morocho asintió y comenzaron la caminata. Hacía cuatro semanas que no se veían y si bien se hablaban seguido por mensajes y llamadas, no era lo mismo que verse en persona.
- ¿Estas ansioso? – cuestionó Minho.
- Claro que estoy nervioso – respondió como si fuera lo más normal del mundo – no eh dormido mucho en las últimas semanas ¿y tú? – pregunto curioso
- Algo así – respondió el alto – una semana atrás me comía los codos de los nervios, pero en este momento estoy mucho más tranquilo. Creo que ya me acostumbré a estar nervioso jajaja.
Llegaron al instituto y fueron al aula asignada. Cuando llegaron todos sus compañeros estaban tirados en el pasillo. Dejaron sus cosas en una de las paredes y se sentaron a esperar. Los iban llamando uno a uno y luego de unos cuantos minutos salían con una hoja. Estar ahí sentados era lo peor del mundo. La mayoría salía con cara de pocos amigos y algunos hasta lloraban.
-Esto es una masacre Minho, nos están eliminando uno a uno. Hasta los mejores quedaron fuera – dijo Baekhyun alterado. Ya hacía más de media hora que estaban ahí y el ánimo iba empeorando alumno a alumno.
- Euuu tranquilo. Sabíamos que iba a ser así. Dimos lo mejor de nosotros, ahora solo hay que esperar – los alumnos siguieron pasando y ellos seguían sin ser llamados. Los jóvenes trataban de animarse mutuamente, pero cada vez era más difícil. Solo quedaban ellos dos cuando uno de los profesores se asomó a la puerta.
- Byun y Choi pueden pasar – ambos se miraron confundidos, a nadie habían llamado en parejas, ni siquiera a los pocos que habían aprobado. Tomaron sus cosas, se pararon y entraron al aula. En el interior había dos mesas puestas juntas. De un lado estaban cinco profesores y del otro una silla. Los muchachos estaban confundidos, el hombre que los había llamado les acerco una silla más y se colocó en su lugar como evaluador.
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ChoiLee del odio al amor (2min)
FanfictionEl niño corrió por el extenso y oscuro pasillo como si su vida dependiera de ello. Tratando de escapar de lo que él pensó que era último bastión de esperanza que le quedaba. Había recibido el golpe de gracia en el peor momento posible y de la person...