La felicidad inundaba la vida de Minho, ya había pasado una semana desde el festival del colegio y había pasado cada segundo que podía con Luna, sentía que podía morir de felicidad. La chica le había pedido un poco de discreción, porque aún no quería que fuera algo sabido, pero al alto le costaba actuar como si nada pasara. Las únicas personas que sabían de lo suyo eran Onew y Taemin, pero ninguno de los dos iba a decir nada antes que la pareja estuviera lista. Lo más difícil para la castaña era hablar con Key, que aun parecía estar muy molesto con Minho y que ahora no hablaba mucho con ella y Onew tampoco solo porque ellos habían vuelto hablar con el morocho. Ella sabía que la noticia de su relación no lo haría muy feliz, pero no podía ocultárselo mucho tiempo. Por su parte Minho ignoraba lo que estaba pasando, había intentado infructuosamente disculparse con Key toda la semana, pero el rubio seguía muy molesto con él. Si en este momento le preguntaran lo único que le faltaría para ser completamente feliz era hacer las paces con él. Le agradaba Onew, era como un hermano para él, pero Key... Key era su mejor amigo en el mundo, desde que lo había conocido siempre se habían contado todo y no le gustaba no poder compartir esto con él.
-Buenos días bonita – saludo el alto besando el cachete de la muchacha que estaba sentada en uno de los bancos del colegio asomando su cabeza por entre su hombro. – ¿Cómo despertaste hoy? – pregunto mientras rodeaba el banco para sentarse a su lado mientras la miraba con ojos de enamorado
-A caso estoy pintado – se quejó Onew que estaba justo enfrente de Minho, pero parecía no haberlo notado.
-Lo siento Onew – se disculpó rápidamente – no me di cuenta de que estabas aquí también.
- Ya es la cuarta vez esta semana que pasa por al lado mío y no me saludas, voy a empezar a enojarme – se burló el mayor.
-Yaaaaa, dije que lo sentía, no es a propósito – se defendió el alto hablando entre dientes – Es que es tan linda – completo abrazando a su novia – mírala
- Basta Minhooooooo – se quejó Luna separándolo – te dije que no podías actuar así en el colegio, no aun – el soltó a la chica decepcionado y triste, porque no podían actuar como novios si eso eran, aun no lo entendía... ella le había pedido discreción, pero a él no le gustaba eso, él quería que todos lo supieran y que pudieran estar juntos todo el tiempo. Que era lo que tanto tenían que ocultar. – ¡Y deja de poner esa cara! Mañana es sábado y podemos vernos todo el día si quieres, pero hoy no... en el colegio no. – las palabras que más molestaban a Minho últimamente.
El timbre sonó y los tres se pararon para ir a clases, ya faltaban pocos días para que empiecen las vacaciones, así que todos estaban planificando que hacer. Este era el último año de Onew, así que todas las tardes iba a ver lugares donde estudiar o presentaba exámenes de admisión. Él no tenía que preocuparse por buscar becas ya que su padre tenía mucho dinero, de lo único que tenía que encargarse era de elegir qué era lo que quería hacer y su padre lo haría realidad. Por su parte el alto planificaba cada minuto de sus vacaciones con Luna. No iba a ser muy distinto a lo que hacía siempre ya que la familia de ella y la suya eran amigas, así que pasar vacaciones con ella ya era una costumbre, lo único que sería distinto esta vez es que Key no estaría con ellos. El rubio no se llevaba muy bien con su familia así que siempre trataba de escapar se ahí.
La primera mitad del día había pasado rápido, habían tenido un examen de matemáticas sencillo y ahora estaban en el horario de almuerzo, Onew había salido a una entrevista así que Minho y Luna se fueron a sentar en un árbol alejado del edificio del colegio, a comer su almuerzo.
- ¿Puedo preguntarte algo? – cuestiono el alto que hacia media hora estaba jugando con su porción de arroz, Luna levanto su cara para mirarlo y asintió lentamente – ¿cómo fue que te diste cuenta que querías ser cantante? – la chica bajo su mirada un segundo tratando de pensar una respuesta.
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ChoiLee del odio al amor (2min)
FanficEl niño corrió por el extenso y oscuro pasillo como si su vida dependiera de ello. Tratando de escapar de lo que él pensó que era último bastión de esperanza que le quedaba. Había recibido el golpe de gracia en el peor momento posible y de la person...