Capítulo 50: Él te ama

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Minho corrió las calles que lo separaban de su casa con el corazón en sus manos, estaba destrozado, aun sentía los ecos de la discusión que acababa de tener, sin poder creer lo que había provocado, porque era consciente de que había sido él el que había llevado esa conversación a ese extremo. Entro sin saludar a nadie y corrió para poder refugiarse en la soledad de su cuarto, no tenía ánimos ni fuerzas para hablar con alguien. Cerro la puerta tras de sí, tumbándose sobre ella, como si esta pudiera soportar el peso del dolor y la culpa que lo aplastaba "¿que hice?" se repetía una y otra vez, desesperado, quería volver el tiempo atrás y cambiar sus palabras, quería volver el tiempo atrás y decirle que no quería dejarlo, que lo último que quería en la vida era alejarse de él, pero era tarde y así como no podía volver el tiempo y hacer que la familia de su ahora ex volviera a la vida, tampoco podía retornar y cambiar sus palabras, porque había visto su mirada perderse en ese lugar obscuro cuando dijo que no era feliz con él, había visto el momento donde el corazón de Taemin se había roto y su confianza en esa relación se había destruido y aun así no había sido capaz de decirle que lo quería con él, que a pesar que la culpa lo aplastara cada segundo y que verlo era el constante recuerdo de eso, no tenerlo cerca era como el infierno para él "lo siento". Lentamente se deslizo por la madera, dejándose desplomar por la angustia que lo envolvía en su espiral y una vez allí, solo y sin nadie que lo juzgue, las lágrimas pudieron salir con libertad.

Esa noche, las pesadillas invadieron la mente del alto. El viento y la lluvia comenzaron a azotar poco después de que él llegara a su hogar y no habían cesado en ningún momento, como si el clima se confabulara con su suerte. En sus sueños vivía una y otra vez sus peleas con Taemin, las de ahora, las del pasado, las de siempre y de cada una de ellas se despertaba exaltado y angustiado y lo peor era que el tiempo parecía hacerse detenido, porque las horas no pasaban entre pesadilla y pesadilla y para poder detener ese bucle decidió quedarse despierto, pero eso fue mucho peor, porque su mente que parecía castigarlo cuando estaba inconsciente, en la conciencia era mucho más cruel, recreando extractos de su ruptura, imaginando como debía estar el níveo en ese momento, sintiendo el terror frente a esa tormenta que, aun ahora, seguía haciéndolo temblar y recordando que él no era el único que les temía. Finalmente, como un rayo de esperanza la tortura termino, la tormenta acabo, el sol comenzó a asomarse y el reloj marco la hora de despertar.

Se bañó rápidamente y salió, sin ánimos de cruzarse con su familia que le pediría explicaciones de su presencia allí, más cuando sabían que esa noche se suponía se quedaría a dormir en la casa de su ahora ex novio. Camino como zombi las cuadras desoladas que lo conducían a su colegio, no estaba seguro de si vería al morocho ese día, considerando lo que había pasado entre ellos, pero no perdía la esperanzas de que fuera y poder aclarar las cosas. Se había equivocado, lo había pensado toda la noche, una y otra vez y lo único en lo que había estado de acuerdo su mente era en eso. Sabía que lo había lastimado en más de una oportunidad y más de lo que alguien podría soportar, sabía que una parte de él jamás lo iba a poder perdonar, porque aun cuando su corazón fuera noble y justo, él le había arrebatado algo demasiado importante e irremplazable y eso jamás lo iba a cambiar, pero también sabía que Taemin lo amaba y que él no podía vivir su vida lejos suyo, porque su mundo giraba alrededor del níveo y si tenía que ser egoísta una vez más y suplicar para poder volver a su lado, lo haría.

Cuando llego el lugar se encontraba vacío, era demasiado temprano aun y solo algunos profesores habían llegado. Su corazón se agitaba por la ansiedad de encontrarlo, ensayando en su mente lo que podría decirle, tratando de encontrar algún buen argumento para que lo perdonara y deseando con desesperación que todo volviera a ser como antes, que entrara por esa puerta y lo saludara con un beso como siempre, pero sabía que eso no pasaría y lo destrozaba. Con el correr de los minutos el lugar se fue llenando y poco a poco las esperanzas de que viniera se fueron muriendo.

ChoiLee del odio al amor (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora