El corazón de Minho se detuvo por un instante y los celos le invadieron su cuerpo. No sabía bien que era lo que le molestaba, pero ver a Luna y Taemin tan cerca lo enfurecía. Y lo peor era que se había sentido culpable todo el día por lo que le había dicho a la joven, pero ahora llegaba y veía esto... esto a lo que no podía ponerle nombre, esto que le revolvía el estómago. Una parte de él quería separarlos y golpear a Lee. Pero la otra lo único que quería era alejarse lo más rápido posible y poder dejar de ver ese espectáculo asqueroso. Así que volvió por el pasillo que venía y se encerró en el baño. El lugar era un típico baño de colegio con 3 gabinetes de baño. Una mesada con tres piletas y un espejo largo sobre las piletas. El alto se miraba al espejo, pero estaba desencajado, no lograba ver su reflejo. Veía solo a un joven que le devolvía la mirada, pero ese no era él. Se quedó en el baño tratando de ordenar sus ideas, pero la imagen de los jóvenes volvía una y otra vez. No podría decir cuánto tiempo había pasado ya o si ya habían comenzado otra vez las clases, pero lo que si sabía era que no quería tener que volver al aula y cruzarse con ese par. Se lavó la cara un par de veces como tratando de borrar esa horrible imagen de su cabeza, pero la imagen estaba grabada en sus retinas.
Ya cansado de esperar decidió que no podía estar toda la vida ahí adentro, que en algún momento tenía que enfrentar la situación. Así que entro al primer baño, hizo sus necesidades y cuando salió se dio cuenta que ya no estaba solo...
-Buenos días Choi – siseo la asquerosa vos de Lee que lo miraba apoyado en la puerta del baño con los brazos cruzados – Creo que tú y yo tenemos que hablar. – Minho estaba muy molesto con él y no quería escucharlo. Trato de contener su ira y tras contar hasta 10, evito al castaño y se dirigió a la puerta de salida, pero grande fue su sorpresa cuando intento abrirla. Lee los había encerrado. El alto lo miro desencajado, estaba poniendo toda su voluntad para no molerlo a golpes en ese instante y él iba y los encerraba. Taemin ignorando todo esto le respondió – Te dije que tenemos que hablar.
Minho tenía la mecha corta ese día con todo lo que le estaba pasando, así que utilizo el resto de su fuerza de voluntad para hablar como un ser humano civilizado – Lee, abre la maldita puerta ahora, no estoy de humor para tus juegos-
-No – respondió fría y llanamente el castaño. Y antes de que pudiera reaccionar, el alto le había dado una piña en la cara. Era la primera vez que el morocho lograba pegarle, históricamente Lee siempre tuvo la ventaja en las peleas, pero en un espacio pequeño, Taemin no podía escaparse con tanta facilidad y Minho era más fuerte. Los golpes llegaban uno detrás de otro, el alto estaba sacado y Taemin desorientado, en su cabeza nunca pensó que eso iba a llegar a ese punto. La ira se apodero del castaño y comenzó a devolverle los golpes. Las patadas y los puños iban y venían, por primera vez en sus vidas estaban teniendo una pelea real. Lee logro hacerle una llave al morocho, que lo dejo inmovilizado, pero Minho revertió sus lugares y entonces fue el castaño el que quedo en desventaja y en el momento que intentaba zafarse del agarre tiro un manotazo para pegarle al alto y la llave que había robado para dejarlos encerrados salió volando de su mano directo al desagüe de la pileta del baño. Los jóvenes quedaron paralizados viendo como la llave volando y se miraron aterrados. Ambos se soltaron instantáneamente y corrieron a la pileta para tratar de agarrarla, pero era tarde, la llave se había perdido.
-Mierda Lee que rayos hiciste – le reprocho rápidamente Minho
-Yoooo – respondió incrédulo el castaño – yo solo quería tener una conversación como adultos, fuiste tú el que saliste como animal a pegarme
- y que querías que hiciera si me encerraste en el baño – se quejó el morocho
-No pegarme tal vez – respondió irónico Taemin – Además, te encerré porque se lo terco que eres y que jamás ibas a querer hablar conmigo, nunca pensé que ibas a reaccionar así
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ChoiLee del odio al amor (2min)
FanfictionEl niño corrió por el extenso y oscuro pasillo como si su vida dependiera de ello. Tratando de escapar de lo que él pensó que era último bastión de esperanza que le quedaba. Había recibido el golpe de gracia en el peor momento posible y de la person...