Mi alarma suena a las seis de la mañana en punto, una hora precisa para prepararme antes de clases y no ir corriendo cuando estas empiezan a las siete y quince. Por suerte, la escuela no queda lejos de casa; o, al menos, así parece en auto.
Sacudo mi desordenado cabello que cae a los lados de mi cabeza casi simulando el nido de unos pájaros mientras me pongo de pie y me estiro para sacar la pereza de mi cuerpo, aunque con poco éxito. Soy una amante de la música pop, por lo que mi canción de alarma es I got you de Bebe Rexha. En verdad la amo. Además, para poder levantarme, necesito de un incentivo y qué mejor que una canción que me haga moverme. Me levanto tarareando la canción mientras me dirijo al baño de mi habitación.
Agradezco tener uno, pues no creo que pudiera soportar el hecho de compartir uno con tres chicos. ¿Tengo tres hermanos? Así es, están en lo correcto. Y resulta, pasa y acontece que todos son mayores e increíblemente, sus nombres empiezan con la letra "J". Verán, está Jason, James y Jace; ahora que lo pienso hay algo con el inicio "Ja".
Ha sido todo un lío crecer con ellos, pero tiene sus ventajas el ser la menor de todos y la única chica, pues eso me convierte en la princesa de la casa. Por ello, consigo todos los libros que deseo, y les cuento que son varios. Aunque claro está, no siempre es fácil. Además, me cumplen uno que otro capricho. Que conste, son caprichos de los buenos y siendo honesta, no son muchos. Soy una chica bien y creo tener todo lo que necesito.
—'Cause I got you, uuh —sigo cantando aún en la ducha, aun cuando parezco lobo aullando a la luna.
Mi playlist mañanera sigue sonando mientras saco de mi armario un par de jeans flojos en color negro y me meto en ellos, me pongo una camiseta blanca sencilla, apenas con algunos garabatos al frente y, por último, una de mis sudaderas favoritas de color rojo. He admitir que esta es mucho más grande que yo, puesto que es una de las sudaderas que robé de mi hermano mayor, Jason. Y no es solo porque sea el mayor, sino porque al lado de ellos parezco una minion. Porque sí, así de enana soy.
—Oye, princesita de papá —escucho la voz de James a través de la puerta mientras termino de amarrar las cintas de mis zapatos—. Mamá dice que ya está listo el desayuno, más vale que te apresures si quieres que te lleve.
—Quieras o no, siempre me debes llevar a la escuela, hermanito —le respondo divertida aun cuando no puede ver mi rostro.
Dejo mi cabello suelto para que se seque al natural, no suelo hacerlo mucho, pero de vez en cuando no afecta. Agarro mi mochila y bajo para ir a desayunar. En la cocina están mis padres, mis dos hermanos de en medio y para mi sorpresa, Jason también se encuentra en la cocina, recostado sobre la encimera con un vaso entre sus manos.
—¡Jason! —dejo caer mis cosas y corro a abrazarlo—. Qué bueno es verte de nuevo.
Su sonrisa crece al verme, dejando el vaso a un lado y abriendo los brazos para recibirme, me rodea por la cintura con fuerza, levantándome unos cuantos centímetros por encima del suelo mientras me aprieta contra su pecho.
—Lo mismo digo, enana —sus abrazos son tan reconfortantes, después de todo, es el hermano mayor y el que más me cuida—. Bueno, veo que has crecido un poco.
Pone su mano por arriba de mi cabeza y hace el gesto de estar midiéndonos. Me quedo viendo a las facciones de mi hermano con un semblante serio mientras él tiene una sonrisa divertida, entonces, pongo una mano en mi cadera y alzo una ceja en su dirección.
—Nada más un poco —afirma Jace con una sonrisa de diversión pura extendida por todo su rostro mientras mastica su comida. Asqueroso.
Me muevo de mi posición y le doy un golpe en la nuca. —Cállate, de igual manera no eres tan alto. Es mínima la diferencia entre tú y yo, baboso.
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El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️
Teen Fiction꧁Primera parte de la bilogía "Perfectamente Imperfectos"꧂ Él, el más popular de todos. Ella, indiferente para los demás. Él, en una relación con la más popular. Ella, con un mejor amigo como ella. Él, con el mejor cuerpo sin miedo a demostrarlo...