BECCA
Llevo casi media hora sin moverme de mi lugar, estando recostada contra la pared en mi cama, terminándome mis uñas mientras las muerdo en puro nerviosismo; vuelvo a ver mi celular, cerca de las nueve en punto. La emergencia de mi amiga me ha dejado desconcertada y con la mente vacía. Ni siquiera presto atención cuando Chloe entra en nuestra habitación compartida; siempre que entra a un lugar irradia un brillo natural y aunque no lo ha perdido, ahorita no es mi prioridad.
—Hoy fue un gran día —suspirando, cae a la cama boca abajo. Dejando que todo su castaño cabello se esparza por su espalda y un poco caiga por su rostro, pero lo aparta casi al instante.
—Ah, ¿sí? —me aventuro a preguntar, dejando mi celular a un lado. Necesito algo que me distraiga de Dylan y ahora, Chloe parece ser mi única opción viable—. ¿Qué ha sucedido? Ya es algo tarde para que andes por ahí sola.
La guapa castaña cambia de posición, girándose sobre sí misma y dirigiendo su mirada al techo blanco de la habitación, después suspira en aburrimiento, como si no tuviera otra opción más que contarme su día; y en efecto, empieza a hablar como si se tratase del mejor sueño posible.
—Me da igual la hora, ¿sabes? Anyways, al fin he mejorado mi inglés y logré coquetear con el chico al que me quería ligar desde que llegamos —sonríe como una campeona, mordiendo su labio inferior. En cambio, yo no sé si reír o llorar, ella en verdad me gusta y no ha parado de contarme todos sus planes con chicos desde que llegamos, alegando que soy la única que habla su idioma a la perfección—. Y hoy le hablé y con mucho éxito conseguí una cita esta noche en la biblioteca. Además, haré que me lleve a su habitación.
—Pero está prohibido ir o quedarse en la habitación de los chicos —respondo a la defensiva, encogiéndome de hombros mientras juego con mis dedos sobre mi regazo.
La conversación ha dado un giro con el cual, no me siento cómoda. Chloe está proponiendo planes que me hacen sentir mal, lo que solo empeora la sensación que me dejó la llamada con Dylan.
—Creí que tú eras del tipo de chica que cree en el lema "Las reglas están hechas para romperse" —hace una mueca, molesta—. Como sea, no estoy pidiendo tu permiso. Nos vemos.
Se levanta de su cama, arreglando su cabello con ondas a los lados, por último, toma su bolso de cuero Chanel, con dirección a la puerta.
—Where are you going? —‹‹¿A dónde vas?››. Intento molestar por su inglés, una sonrisa ladina se dibuja en mi rostro en un intento de encontrar un mejor humor.
—Shopping —responde, simple. Una sonrisa sensual se dibuja en su refinado rostro—. Necesito nueva lencería y un vestido especial para esta noche. Debo darme prisa si quiero encontrar uno antes que cualquier tienda cierre. Bye.
Cierra la puerta antes de que yo pueda decir más. Veo hacia la puerta, sintiendo un vacío en la habitación y un poco dentro de mí. Frunzo los labios, desviando mi vista al resto de la habitación, donde he quedado sola nuevamente.
—Bye —susurro, sin más que decir.
Me acomodo en mi cama, moviéndome de un lado a otro, pensando en que podría hacer para despejar mi cabeza. Sin embargo, todo regresa a Dylan o Chloe y aunque, amo a mi pelinegra amiga, estoy al otro lado del mundo y no puedo hacer nada por ella; por lo que decido concentrarme en Chloe, si es que no estoy en eso ya. Me vuelvo a mover, quejándome por no encontrar una posición cómoda, o por no sentirme cómoda en general.
Por fin me quedo quieta y es cuando mi mente decide viajar a los primeros tres días que estuvimos aquí. No conocíamos a nadie y Chloe estaba muy, pero muy mal con su inglés, apenas podía defenderse para las clases. Razón que hizo que ella estuviera conmigo cada uno de esos días y se abriera a mí, inclusive en partes que no se ven de ella a simple vista, pues parece que es una con toda la sociedad, cuando resulta que en ocasiones es muy distinta.
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El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️
Teen Fiction꧁Primera parte de la bilogía "Perfectamente Imperfectos"꧂ Él, el más popular de todos. Ella, indiferente para los demás. Él, en una relación con la más popular. Ella, con un mejor amigo como ella. Él, con el mejor cuerpo sin miedo a demostrarlo...