15|Quiero que recuerdes

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LOGAN

El momento en que invité a Dylan a salir, no estaba pensando, solo actué por actuar. Mi cerebro y mi cuerpo no coordinaron y pasó lo que pasó, terminé un día y medio pensando qué lugar sería el mejor para la pequeña nerd, pues no tenía nada planeado. Hasta ahora, sé que Dylan Connor no es como las demás chicas, es diferente en muchos aspectos, algunos que ni siquiera conozco, pero que captan mi atención y me da curiosidad descubrir. Y de lo poco que he encontrado sobre ella, me permito decir que es muy competitiva.

Por lo que, entre ella y yo, quiero ser el que gane y tenga el control de la situación.

—Genial —suelta en un tono de asombro una vez el auto está estacionado y quedamos enfrente del enorme edificio. Me inclino sobre el volante para ver el perfil de su rostro y una enorme sonrisa se encuentra en él mientras ve por la ventana.

Con mi mirada busco sus hermosos ojos marrones, pero desde mi lugar no los puedo apreciar como quisiera.

—¿Qué te parece? —tanteo, esperando que se voltee y podamos tener ese contacto visual.

Efectivamente, ella regresa su mirada a mí. Sus ojos brillan como niña pequeña en una tienda de dulces. Muerdo el interior de mi mejilla para ocultar lo complacido que me encuentro de causar algo como eso en ella. Creí que sería más difícil de sorprender.

—No está mal —sonríe ladina, intentando ocultar sus emociones, pero supongo que no sabe que sus ojos lo dicen todo—, para ser tú.

Hace un encogimiento de hombros sin perder la sonrisa socarrona de su rostro y abre la puerta del copiloto, bajando del auto hasta quedar enfrente de él, esperando por mí sin quitar la vista de las luces fluorescentes enfrente de ella. Sonrío ante la respuesta que me dio, negando con la cabeza y me bajo, siguiendo a la muy competitiva nerd. Ambos nos detenemos enfrente de la puerta automática del lugar de videojuegos y otros cuantos juegos.

—Te daré el gusto de elegir el primero —digo, con un tanto de arrogancia, dando pasos al interior del lugar—. En el que perderás, por supuesto.

Connor ríe, divertida ante mi comentario, haciendo un juego interesante con sus cejas mientras me ve sin creer mis palabras.

—La única persona que va a perder, es la que lleva una terrible chaqueta de mezclilla —comenta, viendo hacia mí y señalando con un dedo mi vestimenta.

Tomo las esquinas superiores de la misma y la acomodo en mí.

—Perdón por no ser el típico chico malo que usa chaqueta de cuero —hablo con un poco de indignación en mi voz, sin embargo, todo es broma.

Al parecer, Dylan se da cuenta de eso, puesto que empieza a reír y a negar con la cabeza, viéndome de arriba abajo. Muerde su labio inferior, como si guardara algún comentario solo para ella, pero eso de ma igual, me concentro más en la presión que hace en su boca.

—Vamos —toma el primer paso para iniciar nuestro recorrido por el lugar.

Damos vueltas por casi diez minutos, pues ella no se decide en ninguno y mi corta paciencia muere. Así que termino eligiendo primero y me decido a retarla un poco, me voy por algo clásico y en lo que podría ver de lo que ella es capaz; por lo que empezamos con el típico juego de básquetbol.

—El que menos puntos haga —la miro directo a los ojos—, se quita una prenda.

Me escanea de arriba abajo y sonríe con suficiencia. —¿Acaso quieres andar desnudo por el lugar, Harris?

—¿Aceptas o no? —hay una gran sonrisa en mí que no puedo apartar. Y ni hablar de la chispa que sus ojos transmiten y que alimenta a la mía.

—Espero no ver tus partes al aire libre —habla, dirigiendo una mirada sugestiva a mi entrepierna.

El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora