El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️

33|Seducirte

~ADVERTENCIA~

*Este capítulo contiene escenas subidas de tono (?). Realmente no soy muy buena escribiéndolas, pero aun así es mi responsabilidad avisarles antes de que inicien. Igualmente, queda en ti si decides leerlo o no, ya que no hará ni un cambio con tu lectura.*

La puerta se cierra con un ruido sordo, la calidez del interior me envuelve al instante, no obstante, es la calidez de las manos de Logan alrededor de mi cintura lo que me atrapa mientras me presiona contra la pared más cercana a la entrada.

Mi respiración se corta al sentir su cercanía, su aliento chocando contra el frío de mi piel. Sus ojos recorren mi rostro, pero parece que mis labios son todo un espectáculo para apreciar.

—¿Qué haces? —pregunto casi en un susurro, sintiendo como cada vez pega su cuerpo al mío.

Nuestros pechos se tocan al tiempo que nuestras respiraciones se hacen pesadas y el ambiente se empieza a sentir más y más calor, aun cuando nuestra ropa sigue mojada de la lluvia de la tarde. Inconscientemente, muerdo mi labio inferior siguiendo la mirada de Logan por todo mi cuerpo mientras una de sus manos me recorre desde la cintura pasando por mi abdomen, entre mis pechos, mi cuello hasta llegar a mi rostro y pasar su pulgar por mis labios con un poco de rudeza.

—Seducirte.

Con movimientos rápidos, pasa sus manos por mis muslos y me alza hasta poder enrollar mis piernas alrededor de su cintura; mis brazos sujetándose a su cuello al tiempo que mis dedos juegan con el inicio de su cabello y mi respiración agitada causa que mis pechos estén cerca de su rostro.

—No creo que la seducción vaya así. —Apenas logro controlar mi respiración. Mis ojos pegados a esos apetecibles labios que humedece con su lengua—. Pero creo tener idea de que sí va de este modo.

Termino con la tortura y presiono mi boca con la suya, iniciando un beso torpe, pero con salvajismo. Logan me presiona más contra la pared, dejándome sentir su cuerpo entre mis piernas con sus movimientos desesperados por seguir. Nuestras bocas tardan unos segundos en encontrar un ritmo, pero cuando lo hacen, me deja disfrutar cada roce, el dulce del helado antes de llegar y lo cálido de su lengua cuando pasa por mis labios y el deseo que siente cuando toma mi labio entre sus dientes suavemente halando de él. Refuerza su agarre con un brazo por mi espalda baja y el otro por mi trasero, alejándome de la pared y caminando con pasos lentos.

—¿A dónde me llevas? —inquiero entre besos sin querer dejar su boca.

Sube uno, dos escalones y cuando parece que va a responderme, su pie resbala en la alfombra y casi siento lo mismo que cuando caí en el gimnasio, sin embargo, me sujeto al cuerpo de Logan lo más que puedo y él detiene todo tipo de caída poniendo sus manos contra el piso.

—Espero que al cielo no —suelto sintiendo un alivio cuando mi espalda toca el piso con lentitud.

—Define ‹‹cielo››.

Regreso mis ojos a él y resulta que casi tiene la cara hundida entre mis pechos. Con mi dedo índice redirecciono su vista a mi rostro.

—Defínelo tú.

Las comisuras de sus labios se elevan en una maliciosa sonrisa mientras baja por mi abdomen, subiendo un poco la tela de mi top y besando mi piel, ya no siento el mismo frío de antes, sino un calor que empieza a recorrer mi cuerpo y que tanto el suyo como el mío emana. Con sus traviesas manos me despoja de la camisa de cuadros y empieza a besarme de nuevo, su boca siguiendo un camino que pasa por mi mandíbula hasta el cuello y más abajo; se coloca a un lado mío, sin parar de besarme mientras su mano baja por mi cuerpo, desabotona mi jean y pasa su mano por encima de mi ropa interior.