El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️

Anexo: Experimentando

~ADVERTENCIA~

*Este capítulo es un tipo de anexo, lo que significa que, aunque sigue la línea temporal de la historia, no forma parte de la trama principal. Queda en ti si decides leerlo o no, ya que no hará ni un cambio con tu lectura. Eso sí, al menos este capítulo, tiene escenas subidas de tono entre dos chicas, si lees es bajo tu propia responsabilidad. Si no te gusta, no lo leas y ya está.*

BECCA

Hemos estado bebiendo, definitivamente unos más que otros, contando los cuerpos esparcidos por toda la casa o a mi nueva amiga a mi lado con una risita cada cinco segundos. Los chicos que aún están conscientes han decidido jugar para pasar el tiempo. Admito que en un inicio no quería, lo veía algo estúpido, simplemente quería seguir bebiendo y divertirme con los borrachos a mi alrededor, sin embargo, no me quejo. La primera ronda con el giro de la botella me toca a mí y a Chloe. Quedo un tanto sorprendida.

Con Dylan compartimos una mirada cómplice antes de que ella hable—: Al parecer, tienes suerte —comenta a mi lado, antes de levantarme.

—Esos tragos serán mis aliados o mi verdugo —digo, sin apartar la mirada de ella, le doy el último trago a mi bebida y sigo a la hermosa chica al dichoso armario.

Como lo imaginé, los tragos en el sistema de Chloe podrían hacer las cosas fáciles o difíciles, todo dependiendo de ella; en especial, porque en lugar de caminar, va dando saltos y deslizándose por las paredes con una sonrisa divertida que me contagia. No parece ella misma, pues se ve más divertida que nunca. Y eso me gusta, ya que siempre parece la chica fresa y pesada, pero justo ahora se ve muy liberada e irreconocible en su presencia. Me apresuro a abrir la puerta de golpe, pues queda a unos centímetros de estrellarse contra la misma. Una vez dentro, enciendo la luz y solo la observo, detallando sus facciones. Es hermosa sin esfuerzo alguno y solo con quedarnos así, una enfrente de la otra, observándonos, yo puedo ser feliz.

—Estoy con Logan —rompe el silencio, jugando con unas tiras decorativas de su top. Bajo la cabeza, un poco desanimada de escuchar sus palabras, las cuales suenan arrastradas por el alcohol—, pero soy una persona a la que le gusta experimentar.

Levanto mi vista hacia ella, mi sonrisa creciendo en cuanto dice eso. No esperaba que fuese ella la que rompiera el hielo y menos, de esa forma. De hecho, por su forma de ser con casi todo el mundo, en mi cabeza me pintaba una escena donde ella estaría molesta por estar conmigo aquí.

—Entonces, experimentemos —me atrevo a decir, dando pequeños pasos cautelosos en su dirección.

Mientras más me acerco a su rostro, puedo visualizar en sus hermosos ojos marrones una chispa, un brillo que no puedo explicar. Quedamos nariz a nariz, nuestras respiraciones chocando la una con la otra, se muerde el labio inferior sin apartar su vista de la mía y copio su acción, pero se me hace inevitable no mirar abajo, hacia su boca.

—¿Cuánto has bebido? —decido preguntar, antes de hacer algo indebido.

—Lo suficiente para ser yo quien empiece esto —antes de que siquiera piense en responder, ella corta la distancia entre nosotras, tomando mi cara con ambas manos mientras me empuja contra la pared detrás de mí.

Estampa sus labios con los míos, tomándome por sorpresa, claro, una muy buena. Sus labios tienen una rica combinación de whisky con fresa que hace una interesante mezcla con el vodka de mi boca. Nuestros labios se mueven con sincronía entre besos, profundizando cada uno hasta empezar a jugar con nuestras lenguas. Muerdo con delicadeza su labio inferior, robándole un pequeño gemido que me hace sentir orgullosa mientras doy un ligero apretón en mi agarre en sus caderas.