06|Hermanos

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Por fin es viernes y después del almuerzo, solo quedan dos horas clase para largarme a mi casita. Este tipo de semanas, las que sientes que se pasan volando son las que me gusta contar como favoritas, en especial esta, pues me ha dejado cositas buenas; como que la hora del almuerzo, en la mesa, ya no solo somos Sebastian y yo, ahora se encuentra Becca también. Quien resultó ser mejor de lo que alguna vez imaginé. Tiene una personalidad muy fuerte y directa que no deja de sorprenderme, pero que me llena de risas.

Además, se siente bien poder decir que, al fin, tengo una amiga sincera que no está conmigo por la atención de mis hermanos.

—Te está mirando —canta Becca en un tono pícaro, deslizando su mirada sutilmente hacia un lugar específico de la cafetería.

—Sip, es cierto —afirma Sebs en su ayuda antes de darle un bocado a su almuerzo.

Les conté a mis amigos lo que había pasado con Logan ese día, claro que me salté unos cuantos detalles. Como, por ejemplo, que su amiguito cobró vida conmigo estando cerca. No me imagino las cosas que hubieran salido de la boca de Becca, se habría vuelto loca y yo también soportando todo eso. La verdad es que sigo sin creer lo que sucedió, parece más una pesadilla que un hecho.

—¿Crees que salgan algún día? —pregunta la castaña, pero sé que no es para mí.

La miro mal, pero me ignora mientras tiene la vista puesta en mi mejor amigo, esperando por lo que tendrá que decir al respecto, como si el tema no me incluyera. Todo siendo a propósito para fastidiarme, el hobby favorito de todos últimamente.

—De seguro —responde Sebastian con un sándwich cerca de su boca—, desde el año pasado la vengo molestando con él.

—Sií —ruedo los ojos, recordando todo—, y has sido como un clavo en el trasero.

En palabras de Sebas, es su método para que pueda superar lo que pasó antes y así estar fastidiada con él por cómo es ahora y no por como ayudó a mis inseguridades en el pasado. Y la verdad es que, si ayuda, Logan se convirtió en todo un playboy a quien he visto evolucionar desde que llegó aquí también.

—No es para tanto, Jordi —responde Sebs, jalando un mechón de mi cabello que está en una coleta, causando que erre en mi bocado y un poco de comida caiga en mi regazo.

Le doy una mirada asesina. —No me llames de esa manera aquí, idiota —le doy un ligero pellizco en el brazo—. Además, hiciste que se me cayera mi pollito.

—Auch —se soba el área que lastimé recién. Su cara me hace sentir mal, pero él sabe que no me gusta que me llamen así, pues solo trae malos recuerdos que deseo mantener lo más lejos de mi mente.

—¿Jordi? —pregunta Becca con asombro y una pizca de diversión.

—Su segundo nombre es Jordan —responde Sebastian. A lo que me giro a verlo rápido, asesinándolo con la mirada, como reacción, termino dándole otro pellizco, pero esta vez en la pierna. Anda muy respondón hoy.

—Auch —vuelve a exclamar de dolor, dándome una mirada igual de molesta—, me dejarás morado.

—Y te lo mereces por tonto —respondo medio tajante, olvidando un poco mi apetito y hundiéndome en mi asiento.

—¿Cuál es el problema? —habla la castaña al frente mío, sin entender muy bien la situación.

Ruedo los ojos, sin querer responder, es una cosa muy tonta, pero que tiene importancia para mí. El nombre no es el problema, el problema es el significado que los demás le dan. Saco una gran bocanada de aire antes de hacerlo.

—Si llegan a saber mi nombre —empiezo lentamente—, sabrán que soy parte de la gran familia Connor y todo su legado.

Becca alza una ceja, aun sin entender el problema de que alguien conozca mi segundo nombre y apellido.

El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora