El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️

36| Problemas

LOGAN

Mi cabeza está que da vueltas, siento que el auto se hace cada vez más pequeño, pero intento mantener la calma y no explotar como en otras ocasiones. Mantengo presionada mi frente contra el volante, probablemente dejando marca, pero simplemente, no puedo verla a los ojos. No ahora, no en este momento.

—¿Me hablarás o no? —insiste Dylan en un tono suave después de un largo silencio. Su suspiro a pesar de ser pequeño es lo suficientemente ruidoso para llenar el silencio por unos segundos.

Sin despegar mi frente del volante, hago un intento de voltear mi cabeza para verla; su semblante es de preocupación, pero más que nada, es de tristeza. Sus ojos están puestos sobre sus manos en su regazo mientras juega con ellas, veo que lleva una camisa de mangas cortas, así que estoy seguro que extraña sus mangas para cubrir sus manos como suele hacerlo siempre.

—¿Qué mierda fue todo eso? —pregunto de golpe, levantando mi cabeza.

No la miro, solo mantengo mi mirada al frente. Sé que a ella no le gusta mi actitud explosiva e impulsiva que suelo tener al enfadarme, sin embargo, estoy haciendo lo mejor por contenerme. Aun cuando deseo estrangular al puto de Mike mientras lo veo llevando una caja justo frente nuestro.

—¿Qué tanto viste? —Evade mi pregunta con otra; la ironía me hace elevar una comisura al tratar con una chica que suele ser tan correcta al hablar.

—Lo suficiente para ver cómo sus putas manos estaban alrededor de tu cintura —escupo. Las palabras me saben a ácido y revivir la imagen en mi cabeza lo hace aún peor.

He venido a hablar con ella y lo primero que encuentro al estacionar el auto es al putito de Miller con las manos sobre mi chica y sus ojos perdidos en ella. Mike pertenece a mi circulo social, pero sinceramente nunca he soportado sus niveles exagerados de amabilidad; siempre ha sido como mi opuesto.

—No podía simplemente saltar del camión —murmura, defendiéndose—. Necesitaba un poco de ayuda, por eso me tomó de la cintura. No hay mayor razón que esa.

—Entonces era necesario que sus manos quedaran pegadas a ti y que sus ojos estuvieran clavados con los del otro —reviento, elevando la voz—. ¿Es eso lo que me quieres decir?

De reojo, capto sus movimientos, en su asiento se gira en mi dirección y la escucho jadear.

—¿Qué? —exclama con incredulidad—. No es nada de lo que tú piensas, Logan. Lo que sea que pasara por la mente de él no es mi problema, ¿de acuerdo? Y perdóname por ser una persona tan curiosa que quería escuchar lo que tenía que decir, pero resulta, pasa y acontece que hay cosas que aún no entiendes de mí.

Por fin, me giro en su dirección y me la encuentro con su ceño fruncido y su respiración algo agitada, está molesta; pero tampoco es la única dentro del auto. Los dos estamos tensos por nuestras propias razones y, a decir verdad, no creo que sea una combinación tan buena.

—Ah, ¿no? —Es lo primero que digo, elevando ambas cejas en su dirección.

—No —repone en un tono bajo, negando con la cabeza—. Hasta hace unos pocos meses que no habías reparado en mi existencia, así que no, no sabes lo que aquello que viste ha significado realmente. Los chicos siempre me han rodeado durante mi vida, incluyendo a Mike, pero eso no quiere decir que he estado con todos ellos o si quiera que me llevase bien. Mi relación con las personas, en general, no es la mejor y tú lo sabes, pero parece que aún no lo entiendes o lo olvidas.

No sé qué es peor, haber esperado que me alzara la voz como yo lo había hecho al inicio o verla con un semblante tranquilo y neutro mientras dice palabras que logran darme una dosis de realidad. Intento entenderla, en verdad hago mi mejor esfuerzo, pero la imagen de ella con otro me saca de mis casillas y no me deja mantener la mente clara.