Epílogo

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—¡Genial!

Logan está a punto de levantarse, olvidándose de mí si no fuera porque me sujeto de su camisa para no irme de espaldas y caer. Su celular casi sale volando cuando se da cuenta de su error y me sujeta con fuerza, haciendo una mueca como disculpa y yo le sonrío sarcástica. Decido quitar mis piernas de las suyas y regreso a una posición más correcta: ambas piernas de un lado de la banca.

—¿Qué sucede? —pregunto, curiosa.

Logan tiene una sonrisa de oreja a oreja y eso solo me intriga más. Me pasa su celular, se trata de un correo del entrenador dando a conocer la última decisión del Comité Deportivo Intercolegial en el cual extienden un plazo de dos meses para la recuperación de la estudiante del Instituto Monroe con la condición de integrar más chicas a sus equipos mixtos. Abro la boca entre asombrada y emocionada, me pongo de pie y empiezo a dar saltitos en mi lugar, chillando de la felicidad.

—Esto está mega genial.

Apenas se pone de pie, salto a los brazos de Logan, haciendo que trastabille un poco mientras me abraza con fuerza.

—Podré participar con ustedes —murmuro contra la piel de su cuello—. Participaré contigo.

Me separo solo un poco, quedando de puntillas para estar cerca de él mientras sujeto su rostro con ambas manos.

—Valdrá la pena que Donovan nos intente matar si tengo la oportunidad de participar contigo —dice antes de plantar un beso sobre mi frente.

Cierro los ojos, disfrutando del acto mientras sonrío con la boca cerrada.

—Es tan raro ver a Logan Harris siendo tierno.

Se separa de mí achicando sus ojos en un falso fastidio, se me acerca hasta dejar un sonoro beso en mi mejilla.

—Tu culpa.

—Ti cilpi —rezongo.

—Sarcástica e inmadura. —Ríe un poco.

Me alejo, abriendo la boca en indignación; estoy a punto de darle un golpe, pero él lo detiene y me jala hasta que estoy cerca de su rostro nuevamente.

—Te amo —susurra cerca de mi boca.

Lo miro directo a los ojos, sus hermosos ojos que me cautivan cada vez que me ven. Bajo mi vista a sus labios, los que me besan con tanta pasión cuando los dos morimos de ganas del otro. Miro todo su rostro y me doy cuenta del sentimiento que tiene un pequeño pánico en salir.

—Te amo —susurro con un poco de miedo.

Logan me da un pequeño beso en la punta de la nariz.

—Sin miedo.

Nuestras frentes se vuelven a tocar, elevo mi vista, conectando con sus ojos.

—Logan Harris, yo te amo —digo con total honestidad—. Te amo, te amo, te amo tanto, idiota.

Sin esperar nada, estampo mis labios con los suyos. Es increíble que, a final de cuentas, terminé amando al idiota que más rencor le tenía y todo por un choque, unas tutorías que aún no he dado. Todo por ser deportistas, por un apodo de nerd.

¿Y qué terminamos siendo?

Pues... Simplemente nosotros, distintos, pero iguales a la vez.

*DOS MESES DESPÚES*

—Se sintió tan bien volver a competir —digo, pasando el dorso de mi mano sobre mi frente llena de sudor.

Después de cinco carreras, dos partidos y estar bajo el sol toda la mañana, era lo menos que se podía esperar. Se siente tan lejano el último recuerdo de cuando forme parte de una competencia y aún más lejos cuando fui parte de un equipo.

El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora