• • •
Domingo 1 de noviembre, 2009
—Que alguien me recuerde por qué acepté irme con todos ustedes —pide James intentando mantener la calma, pasa su mano por su rostro y luego por su cabello en un acto de desesperación.
Anoche, en el medio de la fiesta, a Jamie se le escapó contarnos que, para la semana libre que dan allí por Halloween, ellos siempre se van de campamento. Ellas y Sam no tardaron en invitarnos, todos aceptamos y, entonces, empezamos a insistirle a James, aprovechándonos de ese momento de amabilidad que tenía. Se hizo rogar por unos segundos hasta que aceptó pero, supongo, que volvió a ser el James Harrison que todos conocen luego de lo sucedido con Blair.
—Te picó el bicho de la amabilidad —se burla Cameron palmeando su espalda mientras pasa caminando por su lado con un bolso colgado en su hombro del lado contrario.
—Púdrete.
—Vamos, James, será divertido —lo alienta Alex—. Además, no le hemos hecho la segunda parte de la broma a nuestra Queen K, y la ha devuelto —su mirada se desliza a mi, dedicándome una sonrisa siniestra.
—¿Quién dijo que voy a devolverla? —reprimo una sonrisa al decirlo. Creo que está bien pasar con tranquilidad estos días y dejar que ellos estén atentos a cada paso mío sin saber cuándo atacaré.
—Entonces, admites perder —afirma James. Niego con mi cabeza.
—Esas palabras salieron de tu boca, no de la mía.
—¡Andando! —gritan Sam y Cameron sobresaltándonos.
—Con que grites así de nuevo... —comienza James a decir entredientes pero es interrumpido por su mejor amigo.
—¡¿Qué?! —le vuelve a gritar.
—Eres un caso perdido —sentencia y sale de la cada colocándose sus gafas para el sol.
—Nos vamos, Queen K, a no ser que quieras quedarte aquí con Mike y Greys —Cameron se encoge de hombros al decir aquellas palabras e inmediatamente formo un puchero con mis labios.
Decidimos dejar a Mike y a Greys en una veterinaria para que los cuiden durante estos días ya que no se quedará nadie con la confianza suficiente como para dejarlos a su cargo. En realidad, ofrecí a Caroline pero sospecho que a ninguno le cae bien, así que la mejor opción fue la veterinaria.
Para viajar, al ser demasiados, usamos cuatro autos. James había dado la condición de que iría si él manejaba, su auto es uno de esos cuatro, y los demás son los de Alex, Camille e Isabella. Con James van Cameron y Olive, aunque el primero estaba negado a viajar con alguien más; en el auto de Alex van Nate, Jamie y Harper, fue todo un caos elegir como irían ya que además están Camille, Sam y Matt que van en el auto de la mayor y, por último, en el de Bella vamos Jasper, Katherine y yo.
Son las siete de la tarde en punto cuando los cuatro autos marchamos hacia una parte en Londres donde se puede acampar, pescar y otras cosas.
Para las carpas, nos acomodamos de diferente manera. James y Cameron en una, Alex y Nate en otra, Sam, Matt y Jasper juntos, Jamie y Harper, Camille y Olive y Kath, Bella y yo en otras.
ESTÁS LEYENDO
Viviendo con los Kings [VCLK]
Teen FictionLexie Eastwood quiere marcharse lo más lejos posible de su ciudad natal en los Estados Unidos, y Londres parece ser el lugar perfecto. Consigue una vacante en una fraternidad de la universidad de Cambridge que no llega a conocer ya que los miembros...