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Un exquisito aroma enciende mis cinco sentidos, a pesar de eso quiero seguir durmiendo. Cameron y yo volvimos hace pocas horas, encontrándonos a Alex y a James despiertos desayunando mientras Nate seguía durmiendo y Sam estaba en el baño. Cameron se quedó hablando un rato con ellos y yo me fui a mi cuarto, en los últimos minutos de la vuelta mis ojos se cerraban sin permiso.
Estiro mi mano para ver la hora, son las once de la mañana. Bostezo tapando mi boca con una de mis manos y cuando termino estiro mi cuerpo, permitiendo que algunos de mis huesos crujan. Salgo de la cama abrigándome solo con una campera, quiero hacerme un desayuno simple y volver a la cama a ver alguna película. Antes de dirigirme a la cocina, paso por el baño lavando mi cara y mis dientes y me hago una cola alta.
Extrañamente, me siento bien y no tuve ninguna pesadilla.
—¿Bella? —inquiero frunciendo mi ceño al verla en la cocina de la residencia con un delantal.
—¡Buongiorno, Lexie! —exclama en un perfecto italiano. Hasta mi nombre tiene una tonada diferente que me hace reír por la confusión y la sorpresa— Creí que te levantarías más temprano.
—Sí, bueno —balbuceo buscando una excusa—, me quedé hablando hasta tarde con Cameron.
No es una mentira del todo.
—Ya te llevas bien con ellos, ¿eh? —sonríe y sostiene dos tazas con sus manos— Eso es bueno, al fin podrás vivir aquí con tranquilidad.
—Army estará lista en cualquier momento y me iré —le recuerdo mientras deja las tazas sobre la mesa. Apoya una de sus manos allí y la otra la lleva a su cadera y me mira rodando sus ojos—. ¿Qué?
—Podrías pedirle al rector que te deje aquí.
—No lo sé... ¿Qué has hecho?
—Un desayuno italiano —comenta con una sonrisa y enfatizando su acento en su inglés—, sería mejor si lo compráramos en algún lugar de Italia pero no estamos allí.
—Se ve rico —la elogio sonriéndole.
—Hay dos croissant para cada una y café con mucha espuma.
—¿Cómo...? Si aquí no tenemos la máquina.
—Estás junto a una italiana, ¿qué te pasa? —finge estar ofendida y río.
—Tienes razón.
—Goditi la colazione!
La miro con mi ceño fruncido y una mueca en mi rostro. No entendí nada. Bella me mira después de darle un mordisco a su croissant y ríe.
—Lo siento, disfruta tu desayuno.
—Ah, tú igual.
Entre risas, anécdotas y chismes pasa nuestro desayuno. Ya son más de las doce del mediodía y deberíamos estar muriendo de hambre por el almuerzo pero la realidad es que estamos llenas y a nuestros estómagos no pueden entrarle más comida si no queremos terminar vomitando.
A partir de hoy, los desayunos italianos son mis segundos desayunos favoritos. El primero consiste en un jugo exprimido de naranja, tostadas con mermelada y algunas frutas.
Todo muy saludable por suerte.
—¿Recuerdas a Aiden?
—Ajá —entrecierro mis ojos en su dirección y ríe.
—¡Tiene novia y me ha dicho para vernos el viernes por la noche, ¿lo puedes creer?! —exclama con indignación. Aunque no quiera, la comparo con Noah enseguida, mi mejor amiga estaría diciendo eso llena de alegría.
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Viviendo con los Kings [VCLK]
Novela JuvenilLexie Eastwood quiere marcharse lo más lejos posible de su ciudad natal en los Estados Unidos, y Londres parece ser el lugar perfecto. Consigue una vacante en una fraternidad de la universidad de Cambridge que no llega a conocer ya que los miembros...