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Sábado 31 de octubre, 2009
Halloween es una fecha que realmente me gusta por el simple hecho de llevar disfraces. Todos los años con Noah confeccionábamos nuestros propios disfraces y luego salíamos con Summer a pedir dulces ya que, con nuestra edad, nadie nos daría nada, en cambio, con una niña sí.
Y, aunque sea difícil de creer, la idea de usar a Summer como carnada fue mía.
También, cuando éramos unas niñas, nuestras madres nos acompañaban. Era divertido salir con ellas, siempre hacían caras raras y graciosas que conseguían hacernos doler el vientre. Me hubiera gustado que papá nos acompañara, ahora que crecí creo que Adam, el padre de Noah y Summer, no iba con nosotras por esa razón. Yo no tenía a mi papá.
Este sería el primer Halloween juntos si me hubiera quedado en Pittsburgh. Es una historia muy larga, puedo resumirla diciendo que mi padre me abandonó a los dos años, hasta los ocho inclusive aparecía sólo para mis fiestas de cumpleaños y luego de aquel último no volví a saber nada de él. Y mi madre tampoco. Pasé años sufriendo, preguntándome qué había hecho mal para que él no quisiera verme, hice cosas de las que me arrepiento para llamar su atención.
Nada de eso sirvió. Él hizo su retorno a la ciudad cuando lo vio conveniente, nos contó a ambas que estuvo amenazado durante años y, que apenas tuvo la oportunidad de regresar, lo hizo sin dudarlo. Mi madre estaba enojadísima con él, no quería escuchar sus excusas, pero yo en lo único que podía pensar era en que había vuelto, en que después de nueve años decidió volver y nos buscó.
Desde entonces nos volvimos inseparables. Creo que me paso más el tiempo hablando con él que con mi madre o cualquier otro miembro de mi familia. Pero es que tengo tanto tiempo, tantas cosas que contarle.
Suelto un suspiro nostálgica por no poder ver sus disfraces hasta más tarde. Connor quería disfrazarse de superman, ansío ver cómo le queda el disfraz que le envié por correo.
Me miro una vez más en el espejo de mi cuarto por fin ya decorado. Los pisos son de madera blanca, una alfombra enorme de color beige con los bordes grises adorna el medio de la habitación. Las paredes son blancas, están decoradas con varios cuadros pintados por mi y con fotografías de mi familia. Del lado derecho coloqué la cama grande junto con una mesa de noche de madera caoba. Enfrente tengo el armario y, por último, averigüé para poder instalar, por lo menos, una ventana.
Regresando al tema, el espejo está en la esquina cerca de la mesa de noche.
Me miro de abajo a arriba. Mis pies y mis piernas hasta un dedo debajo de mis rodillas están cubiertas por unas botas negras, de mi cadera hacia cinco dedos lo encima de las rodillas utilizo una pollera rosa con círculos blancos y, tapando mi abdomen, visto un top negro con un moño del mismo color. Mi cabello largo y negro se encuentra atado en una cola alta prolija, terminando el disfraz con las orejas de Minnie.
Es común, y quizás típico, pero me gusta cómo lo armé.
Desciendo las escaleras para poder montarme en mi auto y pasar a buscar a mis amigos. Hoy estoy con conductora designada, todos ya me dijeron que se emborracharán hasta la médula. En el living me encuentro a Alex con ropa común, unos jeans negros y una remera blanca; lo único que caracteriza a su disfraz son los ojos rojos, los colmillos y la sangre alrededor de su boca. Aunque es simple, también me gusta su disfraz.
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Viviendo con los Kings [VCLK]
Dla nastolatkówLexie Eastwood quiere marcharse lo más lejos posible de su ciudad natal en los Estados Unidos, y Londres parece ser el lugar perfecto. Consigue una vacante en una fraternidad de la universidad de Cambridge que no llega a conocer ya que los miembros...