Capítulo 024

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Sábado 19 de diciembre, 2009

—Lexie, Lexie —me llama Alex como si fuera un perro, como si de Mike se tratara—, no puedes esconderte todo el día.

—Algún día vas a tener que salir, Queen K —lo sigue Nate. Siento sus pisadas cerca mío, tapo mi boca con fuerza cerrando los ojos de la misma forma para que no puedan escucharme.

—Mientras más tardes en aparecer, peor será para ti —Cameron suelta esa amenaza seguido de una risa que logra hacer que los vellos de mis brazos se erizen—. No nos hagas perder el tiempo, Queen K.

—¿Todavía no la encuentran? —escucho la voz de James un poco más lejana.

—No —responde Sam.

—Tiene suerte de ser pequeña y caber en cualquier lado.

Quiero reír y hacer un baile de celebración ante las palabras de Alex, sin embargo presiono más mi mano sobre mi boca junto con la otra. No obstante, al subir mi otra mano para taparme también hago un ruido ensordecedor revelando mi escondite. Aprieto mis labios manteniendo mis ojos cerrados y ruego mentalmente porque sigan igual de tontos y crean que ese ruido lo provocó Mike o Greys.

—¿Escucharon eso?

—Quizás fue Mike —le responde Alex a Cameron. Seguidamente, escucho un quejido por parte del pelinegro.

—Mike está a tu lado, idiota.

Trago saliva reprendiéndome en silencio, moviendo mis labios furiosa por mi ineptitud.

Sin embargo, todo se vuelve silencio. No logro escuchar pisadas, tampoco sus voces. Desearía tener agudeza auditiva como Damon Salvatore o Scott McCall para poder saber dónde se encuentran, pero no, soy una simple humana sin ningún tipo de poder siendo buscada por cinco hombres más grandes que yo.

Cuando las puertas que están debajo del lavavajillas se abren de golpe, pego un salto que me hace dar la cabeza contra el techo de la mesada.

—Aquí está —avisa James sonriéndome.

—¡Aléjate! —le ordeno tomando el detergente. James ríe negando con su cabeza y se pone de pie.

—Arreglense ustedes ahora, quedé en ir a visitar a mi madre —les dice a los demás y, después de dedicarme otra sonrisa, desaparece de la cocina dejando los cuatro rostros de los Kings restantes.

—Sólo queremos jugar, ¿por qué te escondes?

—¡Porque siempre soy la víctima y termino lastimada!

—Eso sólo sucedió una vez —bufa Nate.

—¡Mentira! Ustedes dicen "Mike ataca" ¡y Mike ataca!

—Él solo quiere jugar también —Alex rueda sus ojos y mira hacia arriba como pidiéndole algo al cielo—. Sáquenla de allí.

—No me toquen —amenazo apuntándolos con el detergente. Los cuatro ríen y Cameron y Nate se acercan tomándome de las piernas y los brazos—. ¡Sueltenme! —grito sacudiéndome, pero ellos son más fuertes y mis movimientos son en vano.

Noto a Sam abrir la puerta del patio trasero y abro mis ojos a tope, entiendo de inmediato lo que harán.

—¡Sam, creí que eras mi amigo!

—¡Lo soy! Pero los amigos se juegan bromas.

—Además los exámenes terminaron y la guerra de bromas comienza otra vez —agrega Cameron sonriendo a más no poder.

Viviendo con los Kings [VCLK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora