Epílogo

6K 272 41
                                    

Un año y tres meses después.

• • •

Miro a todos con una sonrisa divertida en mi rostro mientras que desde donde me encuentro discuto a los gritos con Alex, quien está en la otra punta de la mesa, sobre nuestras mascotas. Y sí, digo nuestras porque los cinco se han adueñado de mi gato y estuvieron mucho tiempo para devolvérmelo. ¡Casi que no lo veía!

Por suerte, Greys volvió conmigo y ahora somos dos perdices viviendo felices.

Extiendo mi mano con la palma abierta en un claro signo de habla-con-la-mano, él abre su boca completamente ofendido y me muestra su dedo medio agregando que soy una maleducada.

Entre risas deslizo mi mirada por todo el lugar. El verano está por finalizar, dentro de un par de semanas comenzaré mi tercer año de bellas artes y estaré a un paso más cerca de poder cumplir mi sueño. Aunque no fue fácil llegar a él.

Durante gran parte del año pasado, debido a todo lo sucedido, me encerré en mi misma, tenía todas mis emociones y pensamientos atoradas en mi garganta sin ser capaz de soltarlas. Creía, inútilmente, que si hablaba sucedería algo muy malo. Mis pesadillas aumentaron con el correr de los días, tan así que hasta me despertaba llorando y gritando de las siestas. No quería salir de Army, me daba terror entrar a Kings y ni hablar de la veterinaria donde sabía que estaba Devon.

Sólo con escuchar los nombres Kings y Devon mis ojos se llenaban de lágrimas y entraba en un ataque de pánico que difícilmente se me pasaba.

A pesar de eso, todos estuvieron junto a mi apoyándome. Mis padres decidieron mudarse aquí para tenerme cerca y me mudé con ellos, en realidad con mi madre e Ian. Mi papá tenía una casa con Danielle, su mujer, y sus tres hijos. No quise molestar de más. Y de ellos, por irónico que suene, la que más me ayudó a salir adelante fue Emily. Todo lo que había practicado y hablado con su psicólogo me lo transmitió, y por ella y otra cosa que sucedió decidí que era momento de hablar.

Desde entonces, todo fue mucho más fácil. Casi un mes después de empezar las sesiones, mis pesadillas fueron desapareciendo. Seguía teniendo algunas pero ya no me despertaba ni gritando ni llorando, eran simples pesadillas. Tuve algunas recaídas pero nada que no se pueda solucionar.

James me da una sonrisa ladina desde su puesto en la parrilla, con su mano izquierda sostiene una botella de cerveza y con su mano derecha un tenedor para controlar la carne. Le devuelvo la sonrisa sin dudarlo, en este último año nos hemos vuelto muy unidos. Demasiado podría decir.

En una de nuestras charlas hace unos dos o tres meses me confesó algo que Trent le dijo. No voy a negar que me dolió saber que mi novio ya no se sentía atraído por mi y que por esa razón le era más fácil pasar tiempo con su amigo que decirle la verdad a su novia, supongo que cada uno tiene una forma distinta de terminar una relación. Aunque nuestra ruptura fue una completa mierda en cualquier sentido.

Creo que ellos dos ya no tienen comunicación, sinceramente no lo sé y tampoco me interesa.

Junto a él están Noah, Kath y Sam. Las dos mujeres le están ordenando que vigile bien la carne y que no la saque del fuego hasta que no esté negra porque si ven un pedacito rosado significa que aún le falta.

—¿Lo estoy haciendo yo o ustedes? —escucho que les pregunta fastidiado. Río sacudiendo mi cabeza, mejor dejarlos solos.

Viviendo con los Kings [VCLK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora