Capítulo 027

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Ingreso a la residencia después de ver que la puerta no está cerrada con llave. Ya no se escucha la música y dentro no hay nadie, sólo están los vasos tirados. Ni siquiera están los parlantes y la pequeña cabina del DJ. Supongo que después de haberme ido la fiesta terminó, no sé quién tuvo que ver, quién los echó, pero agradezco que lo haya hecho porque no estoy con ánimos de ver a alguien.

Mi abrigo negro y sucio me cubría del frío que hace afuera, por suerte aquí se percibe un ambiente cálido y puedo deshacerme de él. Deslizo la primer manga con lentitud y suavidad, cerrando mis ojos tratando de alejar las imágenes de las horas anteriores, luego sigo con la otra y una vocecilla me recuerda lo mal que actué al hacer una broma por venganza y no por diversión.

Esa no era yo.

Esa Lexie no es la verdadera Lexie.

Cuando quito mi abrigo dejándolo sobre mi antebrazo, retomo el camino hasta las escaleras moviendo mis pies como si estuvieran clavados en el suelo. Noto que la alfombra de la sala está manchada, que algunos bocadillos están desparramados por ahí y piso los vasos haciendo un ruido que, de no ser por mi estado, me molestaría y ya los hubiera juntado.

—¿Lexie? —escucho la voz proveniente de Alex apareciendo por la puerta de entrada.

No sé qué hace afuera y tampoco me interesa saberlo.

—¿Por qué llegaste en un auto de policía?

Cierro mis ojos inhalando con fuerza y suelto el aire mirándolo. Sus ojos celestes se ven preocupados, más me deshago de ese pensamiento, Alex Hamilton no podría preocuparse por otra cosa que no sea el sexo.

Me doy media vuelta sin responderle y piso el primer escalón.

—Te estoy hablando —dice en un tono más alto, autoritario. Más pisadas se pueden escuchar, por la cocina aparecen Cameron y Nate, en la sala Sam y en el piso de arriba James.

—¿Dónde estuviste? —inquiere James. Lo miro queriendo mostrarle indiferencia pero ni siquiera una mueca me sale.

—¡Dinos algo! —exclama Alex desesperado.

—Estábamos preocupados —miente Cameron. Ladeo mi cabeza mirándolo con una sonrisa irónica mientras niego con mi cabeza, ellos no podrían preocuparse por mi—. No me mires así, Lexie —suplica llegando hasta donde estoy—. No estoy mintiendote, salimos a buscarte después de echar a todos.

—Sólo... —murmuro cerrando mis ojos durante unos segundos y lo miro cansada. Suelto un suspiro que me hace doler hasta el alma— Sólo quiero dormir. Mañana ordenaré todo.

—Podemos hacerlo nosotros —musita Sam.

Quiero decirle a Sam que no, quiero preguntarle a Cameron quién es Brooke, quiero gritarle a Alex que hay cosas más importantes que el sexo, quiero hacerle ver a Nate que no todo está bien siempre y quiero golpear a James hasta que sienta una cuarta parte de lo que yo siento.

Más no digo ninguna palabra y retomo mi accionar, paso por al lado de James sin siquiera mirarlo y, de esa mismo forma, ingreso a mi cuarto.

Me acuesto en la cama en ropa interior, no tengo ni ganas de vestirme. Greys se sube en la cama colocándose en mis pies, ronronea consiguiendo hacer que llore. Ni siquiera sé por qué lloro por esto. Tapo mi boca con ambas manos para que los chicos no puedan escucharme, lo último que necesito son sus miradas de lástima y tristeza. Estoy harta de esas miradas, las obtuve por unos minúsculos segundos pero no las soporto, prefiero que vivan ignorándome.

Viviendo con los Kings [VCLK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora