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—Pásame la salsa, Queen K —me pide Alex. Mordiendo el interior de mi mejilla y sin borrar la seriedad de mi rostro, se la paso.
—¿Por qué le dicen Queen K? —pregunta mi novio, quien se encuentra a mi lado vistiendo como todo un galán.
—Nosotros somos los Kings y ella vendría a ser la Queen, no lo sé —explica con desinterés mientras vierte la salsa sobre su trozo de carne.
—Me alegra que Lexie esté rodeada de buenas personas.
—Que yo recuerde le viven haciendo la vida imposible.
Gracias, hermano, por saltar en mi defensa.
Esta cena está saliendo pésima.
Desde que los Kings y mi mamá aceptaron pasar la Navidad todos juntos en la residencia, supe que algo malo pasaría. Todo comenzó cuando ella y James hablaron y empezaron a llevarse de maravillas, por lo poco que escuché la mamá de James también es periodista y trabaja en un canal súper importante de todo Inglaterra. Eso llamó la atención de Jenna Morgan.
Por otro lado, Ian y Lion entablaron una conversación con Alex, Nate y Cameron sobre la empresa. Jamás pensé que les interesara demasiado.
Luego, Sam me ayudaba a mi a ordenar los platos mientras Trent fingía hacerlo también.
Voy a aclarar que mi madre contó cosas vergonzosas sobre cuando era una niña, como por ejemplo que corría desnuda por la casa para no tener que bañarme, que tenía un amigo imaginario, el cual duró hasta los once años, y que durante los dos siguientes juraba que lo veía en la escuela.
Lo normal.
—Lexie sabe hacer buenas bromas —James habla con una pizca de malicia. Aplano mis labios para no responder con alguna grosería.
—Lo sé —mi mamá asiente suspirando—. Casi la echan de la preparatoria por todas las bromas que hacía con su mejor amiga.
—No pensé que era tan rebelde.
—No lo es pero las bromas son algo esencial en su vida, le divierten, y mientras no haga daño, las tiene permitidas.
—La vez que activamos la alarma de incendios casi me asesinas —intervengo a su discurso tan dulce. Mi mamá ríe limpiando su boca.
—¿Cómo querías que reaccionara si el director me llama en medio del trabajo diciéndome que te mandaste una de las tuyas con Noah? Además Liz estaba más loca que yo.
Ruedo mis ojos divertida y sigo comiendo.
Las anécdotas siguen, mamá sabe hasta cuándo hablar, qué contar y qué no y me alegra que respete mi intimidad. El que se burla de mi sin piedad es Trent, ya voy a tener oportunidad para vengarme y va a desear no haber abierto su boca nunca.
El momento de brindar llega. Ian aparece con dos botellas de champange y mi mamá con una de sidra para niños. Al verla, mis mejillas se vuelven más rojas que un tomate y comienzo a buscar un escondite. Está bien, no bebo, pero tampoco quiero beber sidra para niños frente a los cinco hombres con los que vivo.
—Mira, Lexie, traje tu sidra preferida —me sonríe.
—¿Sidra para niños? —se burla Alex observando la botella— Bebe una copa de champange, Lexie.
Noto el rostro desencajado de mi mamá, deja la botella sobre la mesa y vuelve a la cocina seguida por Ian. Sé que recordó aquellas épocas donde no podía dejar el alcohol, el comentario de Alex le trajo de vuelta todos los recuerdos como a Trent y a mi. Él me abraza por la cintura plantando un beso en mi mejilla y me susurra que no beba si no quiero, a lo que asiento devolviéndole el beso.
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Viviendo con los Kings [VCLK]
Teen FictionLexie Eastwood quiere marcharse lo más lejos posible de su ciudad natal en los Estados Unidos, y Londres parece ser el lugar perfecto. Consigue una vacante en una fraternidad de la universidad de Cambridge que no llega a conocer ya que los miembros...