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Lunes 22 de marzo, 2010
—¿Dónde has estado? Desapareciste todo el fin de semana —me acusa Isabella entrecerrando sus ojos.
Dedicándole una sonrisa tímida e inocente me encojo de hombros, no quiero hablar sobre el tema que estuvo rondando todo el fin de semana en mi cabeza, ella ni siquiera sabe que el atraco en la biblioteca fue por mi, es mejor que siga de esa forma. No quiero poner a más personas en peligro, demasiado arrastré a los Kings conmigo.
—Es que vino mi familia de vacaciones —le cuento mientras caminamos hacia el salón—, me la pasé con ellos después de la pijamada con los Kings.
—¡Ay, qué lindo! —chilla, enseguida transforma su rostro a una mueca desagradable— La estúpida de Alma sigue diciendo que te cuelgas de ellos, es una descerebrada.
—Aprendí a ignorar lo que diga ella y el resto de las Queens —admito. Desde la vez que ella dijo en el comedor que tenía que volver a Army, decidí ignorarla por completo. Está claro que ella es de esas típicas chicas malas y populares, por lo que es mejor no seguirle el juego—, estoy bien con que mis amigos sepan la verdad.
—Y la verdad es que los odias.
—Ahora ya no —sonrío mirándola—, extraño vivir con ellos.
—¡Y pensar que lo menos que querías era eso!
Ambas reímos e ingresamos al salón, buscamos un lugar en los primeros asientos como siempre y esperamos a que la profesora de comienzo a la clase.
—¿Cómo vas con Aiden?
—¿Quién es Aiden? —pregunta buscando algo en su bolso. La miro un poco confusa, más decido no insistir— Cuéntame tú de Nathan.
Por alguna razón que desconozco, mis mejillas se tornan rojizas. No sé por qué todos se empeñan en preguntarme por Nathan, admito que es un chico lindo, atento, divertido y muy tierno, pero sólo somos amigos. No siento ningún otro sentimiento hacia él, mis ojos sólo pueden verlo como un amigo y como el primero que me ayudó en mi primer día en la veterinaria.
Gracias a él y a Trish mis días allí se hicieron fáciles y cómodos, además de las visitas de Gerard que terminaban siempre en bromas y anécdotas.
—¿Qué quieres que te cuente?
—Por Dios, Lexie, de sólo nombrarlo te pones nerviosa —ríe—. ¿Te gusta?
Parpadeo varias veces, procesando su pregunta.
Siento como si hubiera terminado con Trent este mismo día, a pesar de todo mi corazón le sigue perteneciendo, no puede permitirse querer a alguien más y menos en tan poco tiempo.
—Hace poco terminé con Trent.
—Eso fue a fin de año, Lexie, y ya han pasado tres meses, ¡casi cuatro! ¿Todavía lo quieres?
—Antes de ser mi novio, fue mi amigo, supongo que... sí, aún lo quiero —afirmo, no tan convencida de mis palabras.
—Cuando alguien más esté entre tus piernas vas a darte cuenta de que ya no lo quieres —sentencia dando un asentimiento con su cabeza. Abro mi boca para responderle, pero, sinceramente, no sé qué decirle. Así que, simplemente, vuelvo a cerrarla y miro al frente, donde la profesora ya ha entrado.
—Buenos días, alumnos —hace un saludo en general. Apoya su cadera sobre el escritorio junto con sus manos antes de seguir hablando—. Antes de dar inicio a mi clase, quiero comentarles algo. La editorial Paradise en Londres, como todos los años, accede a que un cupo limitado de estudiantes ingresen a hacer pasantías durante los meses de verano. Los requisitos para acceder son simples, tener asistencia perfecta, aproximadamente el 90-95%, y tener más de ocho en los exámenes finales.
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Viviendo con los Kings [VCLK]
Подростковая литератураLexie Eastwood quiere marcharse lo más lejos posible de su ciudad natal en los Estados Unidos, y Londres parece ser el lugar perfecto. Consigue una vacante en una fraternidad de la universidad de Cambridge que no llega a conocer ya que los miembros...