-Capítulo 3- No Shouto, no caes en la mochila.

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Trato, jura por todo en el mundo que trato fervientemente hacer que Shouto durmiera en el futón que habían colocado a un lado de su cama, su madre finalmente le había dejado quedarse mientras pensaba en contactar a la madre de Shouto, si tenía una para empezar.

Pero Shouto era testarudo, muy, muy testarudo; se removió, tiro de la colcha azul casi en un frenesí, soltó maullidos desesperados, casi como un llanto, tiro de las telas que le cubría en su cama.

¿Qué demonios tenía Shouto ahora?

—¿Qué quieres...?

Pregunto con pereza mientras se incorporaba, noto la caja de pañuelos en el suelo con todos los blancos papeles esparcidos ¿Cuándo hizo eso?

El mitad albino se sentó en el futón con el ceño fruncido eh inflando las mejillas, los heterocromáticos ojos le veían fijamente, moviéndose entre el espacio libre en su cama y su rostro; estuvo un momento así, sentía los ojos pesados quería dormir en ese momento pero ahí estaba tratando de comprender que quería el niño.

—Enserio Shouto quiero dormir ¿Qué quieres?

Con el cansancio a flor de piel termino de abrir la colcha tomando asiento al borde del colchón, inmediatamente el menor se levantó acercándose hasta sus piernas, posando sus patas en sus rodillas.

Dio leven brinquitos, Izuku no entendió al principio que es lo que quería Shouto ¿Por qué saltaba?

Finalmente tomándole con suavidad por las axilas levanto a Shouto, sentándolo en su regazo, debería preguntarle a su madre que es lo que quería Shouto.

—Bien ¿Qué quieres?

En silencio Shouto se removió de su regazo hasta su colchón, recostándose en este y apoyando su cabeza en la almohada color celeste pastel que combinaba con sus sabanas, el pequeño minino palmeo su costado libre mientras mantenía fijamente la vista sobre el desconcertado peliverde.

—¿querías...dormir en mi cama?

El menor asintió ante sus palabras mientras se acomodaba en la suave superficie con el aroma a cítrico y menta. Izuku suspiro cansado, no había de otra.

—Bien, yo dormiré en el futón —iba a levantarle, pero la pequeña patita le sostuvo del brazo llamándole —¿Qué es ahora...?

—¡Conmigo! —Exclamo el menor con el ceño fruncido.

—¿quieres que duerma contigo, eso?

El minino asintió apresuradamente, golpeteando con más insistencia su costado, invitándole a recostarse. Con tal de dormir.

Termino accediendo por su cansancio, cubrió a ambos con las sabanas y el cobertor, dejo caer libremente su cabeza en la cómoda almohada levemente tibia por haberla usado antes.

Fue mientras se quedaba dormido que sintió en pequeño cuerpo pegarse al suyo descaradamente, pasando su pequeño pie por su estomago y su mano diestra por su pecho, aferrándose a su persona y proporcionándole más calor del que necesitaba.

Durmió horriblemente incómodo, despertando a cada movimiento de Shouto en la cama, en un momento simplemente trato de ignorar las leves patadas del menor y los ronroneos que soltaba, trato de ignorar cuando inconscientemente le enterraba las uñas, trato de ignorar sus quejas entre sueños, pero no pudo, simplemente no pudo.

Y cuando finalmente sintió que podía descansar con calma, que podía dormir mínimo dos horas continuas, su despertador edición limitada que consiguió a base de cupones que venían en sopas instantáneas de cerdo picantes decidió sonar, nunca había tenido tantos de deseos de destrozar algo como ahora.

Hybrid Pet -Tododeku-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora