El leve trino de las aves fuera de su ventana le era tan relajante, la luz mañanera era opacada por las cortinas de su habitación, Shouto leía un libro mientras su persona se balanceaba en la silla de su escritorio, su ordenador estaba encendido con algunas ventanas de internet abiertas, no tenía muchos deberes y ya los había terminado, apenas eran las once de la mañana y ya no sabía qué hacer.
Era sábado y su cuarto estaba prácticamente limpio, Shouto lo había limpiado o al menos quiso hacerlo, encontró algo de polvillo bajo la cama, pero solo lo ignoro, Shouto hacia lo que podía.
El día de ayer su madre había llegado con un par de bolsas, la mujer parecía emocionada, pero estaba tan cansada como su persona que las dejo a un lado y se fue a dormir, al igual que su persona, no debían preocuparse Shouto ya había cenado.
Su madre apareció por la puerta con las dichosas bolsas en mano, su sonrisa era cálida además de tener un brillo de emoción en sus ojos.
—Se me había olvidado por completo, traje esto que compré ayer cuando salí con Mitsuki —la mujer se abrió paso en el cuarto dejando las bolsas en la cama —hoy es un día muy bonito para que lo pasen aquí, encerrados.
Y su madre tenía razón, el cielo estaba despejado, el clima no era un frio glacial como otros días ni un calor sofocante de verano, era una temperatura agradablemente tibia, con algunos pequeños charcos en el asfalto y gotas cayendo del tendido eléctrico.
—Sí, pero mamá, Shouchan —con desgano vio las orejas del niño y la cola que se balanceaba, el pequeño estaba atento a la mujer.
—Pensé en eso, así que —Con emoción saco una de las prendas, una trenca (*) bastante grande de color pardo, las costuras eran de un color blanco crema bastante llamativa —Ta-da~ lo vi ayer y pensé que sería útil para poder ocultar la cola de Shouchan, también conseguí un gorro y botas.
—¿servirá? —pregunte acercándome, la tela era bastante reconfortante, con eso es probable que Shouto pueda salir por un tiempo hasta que ya no le quedara, el gorro tenía unas pequeñas protuberancias que simulaban orejas de gato —¿por qué...? —señalo la prenda a su madre, esta rio.
—Pensé que si compraba cualquier otro podría molestarle, así que este se veía bastante bien —río.
—Está bien —solté un suspiro antes de voltearse asía el menor —¿quieres probártelas? —pregunto mientras sostenía otras tantas prendas que había comprado su madre.
—¡Sí! —con una emoción desbordante, Shouto se levantó de la cama dejando el libro a un lado, olvidando por completo la página que había estado leyendo.
Fue un rato, mientras su madre ordenaba los conjuntos, Izuku arreglaba al menor, había probado primero el gorro preguntándole si este le molestaba, el menor negó alegre. La chaqueta le llegaba hasta las rodillas, podía vislumbrar parte de la cola de Shouto, pero este la enrosco, con sorpresa Izuku vio la felpuda cola enroscarse alrededor de la cintura del bicolor, no sabía que podía hacer eso.
Las botas le quedaban un tanto grandes, pero era simplemente para que las usara por un buen tiempo, quizás hasta que el invierno terminara y la primavera hiciera acto de aparición, o los primeros días de esta.
Unos pantalones oscuros y una camiseta manga larga bajo la trenca y ya estaban listos, Shouto pasaba perfectamente como una persona normal y no un hibrido humano-gato. Sus manos ya no tenían esa forma de pata, ahora solo era una mano normal con uñas largas.
—Se ve tan adorable —Comento su madre viendo encantada como había quedado el menor, no había notado el pequeño detalle en el bolsillo derecho de la prenda superior, unas pequeñas huellas de gato del mismo tono que el hilo de las costuras.
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Hybrid Pet -Tododeku-
FanfictionUna caja sospechosamente grande fuera de su puerta fue el comienzo de toda la calvario. Izuku, un estudiante en tercer año de preparatoria, a solo días de graduarse se encuentra una caja a las afuera de la puerta del departamento que comparte con su...