-Capítulo 9- Gracias pequeño.

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Termino extendiéndose una hora más, donde Katsuki le gritaba por cada error que cometía, obligándole a comenzar todo de nuevo.

Se fue de esa casa arrastrando sus pies, caminando las cuadras que le separaban de su cálido hogar, esperaba que su madre haya llegado ya a casa y que la cena se esté cocinando porque sinceramente estaba muerto.

Termino llegando en una caminata de unos cuarenta minutos, veinte más de lo que se demoraría normalmente pero ahora no estaba en la condición para caminar a su ritmo natural. Saco las llaves de uno de los bolsillos de su mochila y abrió la puerta notando la falta de pestillo, lo que significaba que había alguien en casa.

—¡Estoy en casa! —llamo mientras dejaba a un lado su mochila y desabrochaba sus zapatillas.

—¡Izuku! —Pequeños pasos se escucharon venir de la sala, con una sonrisa cálida se giró para recibir al menor, pero este estaba en el marco del recibidor con el ceño fruncido y sus orejas erguidas, sus ojos buscaban por el cuarto algo.

—¿ocurre algo Shouto? —Pregunto volviendo a incorporarse, tomando nuevamente su mochila.

—Desagradable —Murmuro mientras inspeccionaba el cuerpo de Izuku, buscando aquello que encontraba desagradable.

—¿eh? Lo siento por llegar tan tarde —Se disculpo avanzando hasta su cuarto, su madre le saludo por el camino y Shouto le seguía a una distancia considerable.

—Olor desagradable —Volvió a murmurar molesto.

—¿Olor? —dejando caer su mochila en su cuarto comenzó a olfatear su uniforme, tal vez mientras andaba en modo zombi se le haya impregnado un olor que a Shouto le pareciera desagradaba.

No recordaba haberse paseado por un basurero o algo, tampoco que le hayan derramado algo, prácticamente no sentía olor en su uniforme algo normal tras llevarlo durante todo el día, pero si tuviese un olor raro lo notaria ¿no?

Se sobresalto al ver a Shouto jalar la chaqueta de su uniforme, no parecía querer destrozarla solo quitarla, tomo asiento separando las pequeñas garras de la tela negra, Shouto se veía molesto y no tenía idea del porqué, comenzó a ponerse nervioso al ver el menor más inquieto por algo que el desconocía.

Finalmente termino retirando su chaqueta, el bicolor parecía más calmado con eso ¿por qué? Sin esperar respuesta alguna se vio invadido con el pequeño, apegándose a su cuerpo, frotándose contra este.

—S-Shouto ¿Qué haces? —pregunto mientras trataba de separar al niño, que continuaba paseando sus cabellos por su pecho, subiendo lo más que podía llegando hasta su clavícula.

—El olor de Shouto —Dijo el niño mientras continuaba con su labor.

—¿tú olor? —Sin entender lo que el pequeño se refería se dejo refregar por este, al fin y al cabo, Shouto debía hacerlo por instinto ¿no?

Era algo incomodo para Izuku, Shouto era demasiado persistente y algo brusco, a decir verdad, varias veces sintió como el menor enterraba sus uñas en su camisa sin rasgarla por suerte, daba leves mordidas de las que soltaba leves quejidos de dolor queriendo apartar el pequeño cuerpo, pero este solo enterraba más agresivamente sus dientes.

Fueron un par de tortuosos minutos donde Izuku cada vez iba acercándose al suelo, quedando recostado en este y apoyándose en sus codos para no caer, el menor en cambio ahora más tranquilo se encontraba sentado sobre el estomago del peliverde, satisfecho de haber ocultado el desagradable olor con el propio.

Hybrid Pet -Tododeku-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora