Hundió más su rostro en el reconfortante calor que era Izuku, entreabrió sus ojos, el cuarto aún estaba oscuro y podía sentir la suave respiración del mayor. Era temprano, la alarma no había sonado todavía, no escuchaba ningún ruido proveniente del pasillo, el baño o la cocina, Inko-san tampoco estaba despierta.
Se movió con cuidado de no despertar al peliverde, tomo asiento notando la oscuridad envolverle, por la ventana leves golpeteos resonaban en las penumbras; arrastrándose entre las mantas bajo de la cama, revisando si no había despertado Izuku, el leve movimiento de las mantas que provocaba la tranquila respiración mientras dormía le indico que todo iba bien.
Abrió la puerta con cuidado sin cerrarla para no hacer ruido de más, los pasillos le daban un cierto temor, sus primeros días en el hogar de los Midoriya había sido un martirio ir al baño, sentía que en cualquier momento la oscuridad lo consumiría, arrastrándolo nuevamente al frio y estéril laboratorio (*).
Llego hasta el baño, haría sus necesidades y volvería al lado de Izuku para volver a ser envuelto en aquel calor que adora.
Sabía que su comportamiento no era precisamente bueno, muchas veces actuaba como un niño mimado exigiéndole a Izuku estar a su lado, pero le era imposible no hacerlo, Izuku era cálido, acogedor, hogareño, era tantas sensaciones agradables que había olvidado cuando era más pequeño que ahora temía perderlas, temía dejar de sentirlas, exigía a Izuku su atención deseando monopolizarla para sí mismo.
Pero monopolizarlo era algo ridículo, lo sabía, siempre llegaba con distintos olores, olores que no eran tan molestos a excepción de uno en específico, el de ese rubio gritón con ceño siempre fruncido.
Aunque no tuviera prueba alguna su animal interno lo sabía, él quería apartar a Izuku, lo marcaba a propósito a pesar de ser solo una persona normal, simplemente no le agradaba en lo absoluto.
Pero aún tenía miedo, miedo porque Izuku se aburriera de su comportamiento infantil y decidiera dejarlo, sabía que la gente se cansaba de malos comportamientos y él estaba comportándose mal, berrinchando cada que Izuku aparecía con un olor más fuerte de lo normal, exigiendo que mezclaran sus olores en el conejo de peluche, marcarlo con su aroma cada que podía, no eran buenos comportamientos, para nada y aun así los seguía haciendo.
Volvió por sus pasos, entrando al cuarto, cerrando la puerta en silencio, sus manos estaban frías y algo húmedas, se acercó a los pies de la cama por donde subía para no despertar al mayor, deteniéndose a los pies de la ventana. El golpeteo era más insistente, se acercó moviendo levemente la cortina, notando las gotas de lluvia estrellarse contra el vidrio, algunas ramas de los arboles se movían al son del viento violento que azotaba afuera, una tormenta en toda su regla; continuo hasta la cama, subiendo, andando a gatas hasta llegar hasta el espacio que había dejado en la cama, ya algo frio.
Se acomodo lo más que pudo, envolviéndose con las sabanas hasta la mitad del rostro, un suspiro de gusto escapo de sus labios, se arrimó nuevamente el cuerpo del otro sintiendo el brazo de este acogerlo y apegarlo a su pecho, no pudo evitar ronronear mientras se dejaba caer en sueños, debería tratar de dejar de ser tan mimado, pero simplemente era incapaz.
El suave ronroneo le provoco una leve sonrisa, aún estaba un tanto atontado por el sueño, le quedaba una hora más o menos para seguir durmiendo, paseo sus dedos por el cabello bicolor notando como Shouto ya había caído dormido, imitándolo se dejó llevar por el sueño que tenía encima; Shouto debería ser más cuidadoso al salir de la cama si no quería despertarlo.
El pitido molesto de la alarma entremezclada con la lluvia torrencial que caía afuera le hizo despertar, estirando su brazo apago aquel infernal sonido, frotando el dorso de su mano por sus ojos en un intento de limpiar el sueño de estos, siendo ya una costumbre retiro los brazos del menor de su torso para poder levantarse.
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Hybrid Pet -Tododeku-
FanfictionUna caja sospechosamente grande fuera de su puerta fue el comienzo de toda la calvario. Izuku, un estudiante en tercer año de preparatoria, a solo días de graduarse se encuentra una caja a las afuera de la puerta del departamento que comparte con su...